Ciudad de México — El 2025 será otro año complejo. Aunque la economía no caerá en recesión, México avanzará sobre un camino minado de riesgos y no crecerá lo necesario para salir de la zona de mediocridad, dijo a Bloomberg Línea Gabriel Lozano, economista jefe de JP Morgan para México.
La perspectiva económica del país no es “tan” negativa para este inicio del año, ya que, hasta ahora, los datos no dan visos de una recesión, sin embargo, la toma de protesta de Donald Trump como presidente de EE.UU. será un parteaguas, señaló el ganador del premio 2024 como el mejor pronosticador económico de México otorgado por FocusEconomics.
“Es un tema de mediocridad en el crecimiento, de frustración ante la dificultad en enfrentar los retos trilaterales y domésticos, y bueno, al mismo tiempo sí tenemos una situación compleja desde el punto de vista de la restricción fiscal y la restricción monetaria”
Gabriel Lozano, economista jefe de JP Morgan para México
Lozano indicó que los datos de la actividad económica hasta el cuarto trimestre de 2024 fueron mixtos, pero hacia final del año las ventas al menudeo y la actividad económica en servicios y manufactura en octubre decepcionaron, además de que la inversión se enfrió.
Con ese panorama, JP Morgan espera que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca 1,6% en 2024 y entre 1,4% y 1,5% en 2025.
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El crecimiento esperado para 2025 estaría cercano al potencial de la economía mexicana que Lozano estima en 1,8%, lo que implica que, por el momento, no hay riesgo de recesión, entendida ésta como una caída y contracción económica profunda y generalizada.
Sin embargo, los riesgos para la economía mexicana son a la baja y están relacionados con la toma de posesión de Trump y los cambios en la política económica que siga su administración. La inversión a la baja y moderación del consumo, son indicadores que darán cuenta del entorno económico.
“Hay demasiadas cruzas de corrientes que nos mandan esta señal de cautela, de incertidumbre, que seguramente van a seguir mostrando que México no está creciendo lo necesario para tener este brinco estructural que se sugería cuando se hablaba de la relocalización de inversiones, no está en ningún lado”
Gabriel Lozano, economista jefe de JP Morgan para México
Las reformas constitucionales que heredó el expresidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a la presidenta Claudia Sheinbaum, también han afectado la competitividad de la economía. Lozano llama a estas reformas un “legado negativo” que se convierte en una “bandera roja” para el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
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Déficit fiscal puede ser mayor al esperado por el Gobierno
El economista jefe de JP Morgan dijo que el Paquete Económico 2025, el primero para el sexenio de Sheinbaum, va a apaciguar parcialmente el deterioro económico que se vislumbra, pero no será suficiente para lograr estabilizar las finanzas públicas ni para que el crecimiento sea arriba de 2%.
Pronosticó que el déficit fiscal terminará siendo mayor al 3,9% del PIB estimado por la Secretaría de Hacienda para 2025, Lozano prevé que cierre encima del 4%, un nivel que sería congruente con el entorno económico y con un moderado déficit primario.
Las finanzas públicas de México están presionadas por el pago de intereses de la deuda, “el compromiso financiero es muy elevado”, y por el pago de las pensiones y el presupuesto asignado a las empresas paraestatales. “Va a seguir la presión de manera sostenida y permanente al Gobierno en términos del desbalance fiscal”.
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Lozano consideró que el Gobierno y Hacienda van a tener que seguir pensando en la manera de diseñar una estrategia fiscal que sea congruente con la consolidación fiscal hacia el final del 2025 e incluso 2026.
Destacó que Sheinbaum ha mostrado intenciones de abrir su Gobierno a la inversión privada para impulsar los proyectos de infraestructura de su administración como los trenes de pasajeros, esto en medio de las limitaciones presupuestales para gastar en obras y otros proyectos.
Otras limitantes que enfrentará la economía mexicana tienen que ver con problemas estructurales como cuellos de botella en aduanas y puertos, y falta de mantenimiento de infraestructura existente. “No vemos la simbiosis necesaria para impulsar nuevos proyectos y aquí entra el reto de qué tanto puede afectar la inversión a la actividad económica a largo plazo”.