¿Qué caminos le quedan a Sheinbaum para enfrentar la crisis de Pemex?

La petrolera enfrenta el declive de su producción petrolera y una abultada deuda con proveedores y contratistas

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Ciudad de México — La situación de Petróleos Mexicanos, la compañía estatal conocida como Pemex, para algunos analistas tiene tintes de tragedia. La protagonista es incapaz de resolver sus problemas por sí misma, mientras su destino es controlado por el Gobierno de México, actualmente encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum. Desde su creación en 1938, la petrolera mexicana ha sida utilizada por múltiples expresidentes como palanca de desarrollo económico.

La profunda crisis que experimentan los campos petroleros de Pemex a partir de 2004, importantes reformas fiscales en 2005 y 2013, inversión insuficiente en exploración acompañada por una apertura del mercado con el exmandatario Enrique Peña Nieto, erosionó la situación financiera de la compañía y comenzó a endeudarse significativamente para poder cubrir los elevada carga tributaria.

Ahora el gigante petrolero se aproxima a los primeros 100 días de Gobierno de Sheinbaum con la presión de pagos multimillonarios a proveedores, una legislación secundaria pendiente tras la polémica reforma constitucional para resurgir como empresa pública, mientras su producción roza los niveles más bajos en 45 años, pero con sus calificaciones crediticias sin cambios por el momento ante el apoyo reiterado de la actual administración.

Pemex es la petrolera más endeudada del mundo con pasivos financieros que ascienden a US$97.300 millones (MXN1,9 billones) una producción en declive hacia los 1,6 millones de barriles diarios y una deuda con contratistas por al menos US$20.000 millones, según datos compilados por Bloomberg Línea, mientras sus proyectos de refinación, como Dos Bocas y las coquizadoras de Tula y Salamanca, siguen con retrasos, además del incremento en los índices de frecuencia de accidentes y escasos descubrimientos de gran tamaño.

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La petrolera reveló en noviembre que suspendió temporalmente el proceso de contrataciones y convenios modificativos de contratos que no han sido formalizados, mientras la empresa concluye la fase de análisis de eficiencias operativas y presupuestales.

Sheinbaum mencionó el 3 de enero que el pago a todos los proveedores estaba garantizado para el primer trimestre de 2025.

Rafael Espino de la Peña, presidente de Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros Asociación Civil (AMESPAC), señaló en un comunicado que los solo los adeudos con miembros de Amespac ascendían a MXN$103.600 millones y pidió cubrir los adeudos atrasados ante el efecto adverso en las finanzas de los asociados..

Pero hablar de que Pemex es un “barril sin fondo” es dejar de lado la historia que llevó a la compañía a tener esos niveles de deuda actuales, pues solo en 2011 y 2012, la compañía entregó a Hacienda el equivalente a su deuda total vigente, recuerda en entrevista Fluvio Ruiz, exconsejero de Pemex, investigador de la UNAM y doctor en economía de la energía por la Universidad Paris III (Sorbona Nueva).

“A la gente se le olvida y habla de la actualidad, pero el peor año de la historia de Pemex en términos de resultados es 2015 cuando se aplicó a rajatabla el régimen fiscal que surgió de la reforma de Enrique Peña Nieto, tanto así que para febrero de 2016 se hizo un decreto justamente para modificarlo y darle la opción de deducir”.

El rumbo de Pemex como empresa productiva dio un giro cuando Andrés Manuel López Obrador obtuvo la presidencia de México. El político tabasqueño hizo de la compañía su estandarte de soberanía nacional mediante abultados presupuestos y apoyos durante su sexenio que rebasaron los US$100.000 millones, cancelando en el camino subastas de bloques petroleros ante el fracaso de la apertura del sector petrolero.

Además, López Obrador propuso un paquete de reformas constitucionales para darle el control del sector energético al Gobierno e impulsar aún más a Pemex y CFE luego de sus fracasos judiciales durante su sexenio, las cuales incluyen acabar con el carácter mercantil de las compañías estatales para darles un sentido de servicio público, además de la desaparición de los reguladores CNH y CRE.

Nueva estrategia

Frente al escenario de retrasos, recortes de metas y falta de resultados en general, Claudia Sheinbaum, sucesora y compañera política del expresidente López Obrador, renunció a la meta lopezobradorista de incrementar la producción petrolera hacia los dos millones de barriles diarios —la principal fuente de ingresos de Pemex— y ha decidido limitarla.

La estrategia de Sheinbaum, presentada el 13 de noviembre de 2024, se concentra mantener la producción de Pemex en 1,8 millones de barriles por día; restituir reservas petroleras probadas y probables (2P); abrirse a la participación privada para compartir riesgos, conocimientos y tecnología; implementar proyectos de cogeneración eléctrica y energías limpias como producción de litio y energía eólica marina; aprovechamiento de gas; alimentación adecuada al sistema de refinación; colaboración público-privada para aumentar el almacenamiento estratégico así como reducción de gases de efecto invernadero.

Para John Padilla, director gerente de la consultora IPD Latinoamérica, la meta de 1,8 millones sigue siendo “demasiado” optimista porque cada presidente mexicano ha entregado cifras que nunca se han cumplido, y la producción nueva en la administración administración no fue sostenible en el largo plazo.

Un ejemplo son los campos Topilco profundo y Quesqui, una “tragedia técnicamente” por las decisiones de perforar pozos sin la disciplina del sector petrolero, mientras Pemex todavía hacía estudios para delimitar las reservas y las características del bloque.

Ante el problema de la falta de nuevas reservas que fomenten más producción, esta seguirá cayendo, advierte Padilla, con un presupuesto insuficiente, además de la falta de interés político de volver al activo petrolero Chicontepec por motivos como la prohibición del fracking y promesas de carácter ambiental.

Chicontepec fue la apuesta del expresidente Felipe Calderón para producir hasta 500.000 barriles diarios, pero solo logró un pico de 70.000 unidades diarias hasta que comenzó el sexenio de Peña Nieto.

“Las áreas donde tienen reservas que pueden producir con rapidez sin Chicontepec son bastante limitadas”.

Hoy la empresa estatal carece de competencia real. Los productores privados aportan casi el 5% de la producción total por lo que mantener la producción de crudo y gas no afectaría las finanzas e ingresos de la empresa, pero sí limitará la cantidad de crudo necesario para sus ocho refinerías, y si baja a menos de 1.6 millones, incluyendo los condensados de gas, existe la posibilidad de volver a las importaciones de petróleo, comenta Ramsés Pech, director de la firma energética Caraiva y Asociados.

“Para que no suceda eso, Pemex debe bajar la exportación de crudo. Eso es complicado porque son divisas que no entrarían al país, y pueden afectar incluso al volumen de dólares que circulan en la economía de México, al menos que apuesten por más remesas y la manufactura automotriz aumente, pero esto sería complicado también”, agregó.

Sobre la apuesta de Pemex en energías renovables, desde agosto del año pasado, empresarios eólicos advirtieron que su entrada a la generación de energía eólica marina, si bien era bienvenida, enfrenta el problema de falta de regulación. Además, Sheinbaum no ha aclarado que pasará con la reciente empresa creada en 2022, Litio para México, conocida como LitioMx.

El CEO de Pemex, Victor Rodríguez Padilla, un físico e investigador de la UNAM, señaló que el aumento de la producción de gas es muy importante y tiene la instrucción de Sheinbaum de llegar a una meta de 5.000 millones de pies cúbicos diarios hacia 2030.

“Vamos a aprovechar lo que tenemos de los campos Quesqui, Ixachi y el Casquete de Cantarell; el Casquete de Cantarell, un poco más, vamos a esperar dos años más (…) Adicionalmente, vamos a desarrollar tres campos más: Piklis, Kunah y Lakach”, dijo en noviembre.

Pero Pemex no lo hará solo en el caso de Lakach, pues Grupo Carso, empresa del hombre mas rico de México, Carlos Slim, firmó un contrato de servicios para desarrollar el campo de gas, tras la salida de New Fortress Energy.

Ver más: Carlos Slim aumenta inversión en Lakach, el megacampo marino de Pemex

Apoyo contra la deuda

El pago de la abultada deuda de Pemex ha sido uno de los mayores retos de los últimos dos Gobiernos mexicanos, el cual se ha enfrentado desde múltiples frentes como la condonación de impuestos, reducción de la carga fiscal —DUC—, incluso una inyección de capital para el pago de deuda etiquetada para el presupuesto de la compañía en 2024 y 2025.

Sheinbaum también anunció en noviembre pasado una simplificación de tres impuestos en uno solo que se llamará Derecho Petrolero para el Bienestar que persigue la captura de eficiencias operativas de la empresa mexicana sin que sea una disminución para la recaudación de las arcas públicas. Al mismo tiempo, el Gobierno de Sheinbaum trabaja con la Secretaría de Energía en el diseño de mecanismos para atender los compromisos de la deuda financiera de Pemex, los cuales suman US$21.600 millones para este año y el próximo, sin necesidad de recurrir directamente a los mercados de capitales.

“Ahí hay un acuerdo entre Secretaría de Hacienda y Pemex que va a continuar (...) Cuando sale Hacienda a pedir deuda la tasa es mucho menor que cuando sale directamente Pemex. Esto fue una orientación que se siguió durante todo el sexenio del presidente López Obrador, y esto va a continuar, este apoyo de Hacienda a Pemex, todo legal, todo dentro del marco”, respondió Sheinbaum a Bloomberg Línea durante la conferencia de prensa del 13 de noviembre.

Ese mismo día, durante el Bloomberg Línea Summit 2024, el subsecretario de planeación y transición energética, Jorge Islas, reveló en entrevista que el Gobierno mexicano prevé que Pemex vuelva a los mercados de deuda hacia 2026.

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“Drill, baby, drill”

La abultada deuda de Pemex, para Ruiz, es un reflejo “grave” del uso fiscal que se le dio a Pemex en los gobiernos anteriores que México tiene que atacar. El principal camino es una reforma fiscal en el país, además de un ajuste a los límites de deducción de la producción petrolera.

“Estoy convencido de que este país necesita una reforma fiscal amplia, redistributiva que desconecte estructuralmente los ingresos petroleros de los ingresos generales del Estado”.

México recauda aproximadamente 16% del Producto Interno Bruto (PIB), el último lugar de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, conocida como el club de países ricos, mientras que en países de América Latina el promedio de recaudación oscila el 20% del PIB. Solo Paraguay, República Dominicana, Guatemala, Panamá y Guyana tributan menos que México.

“No solo se recauda poco, sino que después de la recaudación, la redistribución del ingreso no cambia gran cosa, o sea, es escaso e inocuo frente a la concentración de la riqueza”, comenta Ruiz.

Otra medida que puede beneficiar a la empresa es la autonomía de gestión presupuestal, sujeta actualmente a la aprobación del Congreso, ya que de lo contrario, el manejo presupuestal seguirá en función de las circunstancias de las finanzas públicas y no de las necesidades de inversión de Pemex en el mediano y largo plazo.

Padilla sugiere que la primera medida que Pemex y el Gobierno tienen que atender es el pago a las compañías de servicio porque ya se está reflejando en la producción de la empresa, además de que si no cubren los US$20.000 millones en adeudos, la falta de confianza en los pagos limitará el número de compañías dispuestas a trabajar con Pemex.

El segundo paso son más recursos para explorar y perforar porque no tienen nuevos campos de gran tamaño pues la mayor parte de sus nuevos descubrimientos son “chicos” y la estructura de Pemex no está construida para esa nueva realidad mientras los costos de producción están aumentando de forma “muy fuerte”.

Drill, baby, drill”, comenta Padilla.

El 13 y 14 de enero de 2025, la Secretaría de Energía realizará los foros de consulta para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 en las entidades de Tamaulipas y Baja California con el fin de incorporar propuestas para el desarrollo del sector energético desde organizaciones obreras, sociedad civil, instituciones académicas y organismos empresariales, mientras siguen pendientes la legislación secundaria que detallarán los esquemas de alianza con Pemex.

Además en marzo y abril son los meses en que se tendrán que definir las legislaciones secundarias de las reformas energéticas de Sheinbaum.

Esta historia fue actualizada a las 6:37 (Ciudad de México) con corrección en el título.