Ciudad de México — La producción petrolera de México sigue cayendo por el campo terrestre Quesqui y el marino Ku, propiedad de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), según los datos más recientes de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
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México registró una producción de 1,86 millones de barriles diarios de petróleo crudo y condensados de gas durante marzo de 2024, una caída anual de 3,6% o 70.000 barriles diarios. En su medición mensual, el retroceso fue de 0,4% o 8.000 barriles diarios
La caída en la producción petrolera representa el nivel más bajo desde noviembre de 2022, cuando México produjo 1,86 millones de barriles diarios.
El país logró estabilizar su producción petrolera luego de 20 años de declive, incluyendo la producción de condensados de gas.
Descubierto en 1980, Ku es uno de los yacimientos más importantes de Pemex que llegó a producir por sí solo 364.000 barriles diarios en 2008. Pero el declive del campo fue acelerando durante la última década, hasta un promedio anual de 12.400 barriles por día en marzo de este año, agravado por múltiples accidentes mortales en diferentes infraestructuras del activo desde agosto de 2021, bajo la dirección del ingeniero agrónomo Octavio Romero Oropeza.
El campo terrestre Quesqui, uno de los yacimientos estrella descubierto durante el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, produce un promedio anual de 172.500 barriles diarios, una caída de 38% o 20.000 barriles diarios menos. Este campo llegó a producir 207.000 barriles diarios en abril de 2023.
Pemex aporta el 95% de la producción total de crudo, mientras que el 5% restante proviene de las petroleras privadas que ganaron contratos durante la reforma energética del expresidente priista Enrique Peña Nieto.
La compañía mexicana fijó una meta de producción de 2 millones de barriles diarios al final del sexenio del presidente López Obrador, pero su CEO, Octavio Romero Oropeza, reveló ante la Cámara de Diputados que solo produciría 1,88 millones de barriles por día al cierre de la actual administración.
La administración de López Obrador ha entregado a Pemex apoyos por US$51.000 millones desde 2019 mediante inyecciones de capital, pago de deuda, gestión de pasivos, inversiónes en fertilizantes, refinación y la refinería Dos Bocas, oficialmente llamada Olmeca, además de una importante reducción de impuestos de 65 a 30% del Derecho de Utilidad Compartida.
El objetivo del Gobierno mexicano es procesar todo el crudo que produce México en el Sistema Nacional de Refinación de Pemex, pero las obras en las refinerías registran retrasos significativos en los complejos de Dos Bocas, Tula y Salina Cruz.
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