Ciudad de México — La producción de autos en México comenzó el segundo semestre de 2024 bajando el ritmo de crecimiento respecto al año previo, mientras la exportación de vehículos registró una caída.
En julio se produjeron 302.309 vehículos ligeros en México, un incremento de 2,7% en comparación con el mismo mes de 2023, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Si bien el dato sigue siendo positivo en su comparación anual, se trata del tercer mes con desaceleración en el crecimiento de la manufactura de autos. Tras un repunte de 21,7% anual en abril, la fabricación de autos avanzó 4,9% en mayo y 3,8% en junio.
En el acumulado enero-julio, la producción de vehículos ligeros fue de 2,298 millones de unidades, un crecimiento de 4,9% respecto al mismo lapso del año previo.
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En tanto, la exportación de autos cayó 1,6% anual en julio, anotando su primera caída en lo que va de 2024, con un envío de 271.469 unidades al extranjero, según los datos del Inegi.
De enero a julio se han exportado 1,98 millones de vehículos ligeros, lo que significa un incremento de 8,44% respecto a los primeros siete meses de 2023.
Los datos de la industria automotriz llegan tras el nerviosismo en los mercados por los temores de una posible recesión en la economía de Estados Unidos y luego de amenazas de aranceles a los vehículos hechos fuera de ese país por parte de Donald Trump, quien aspira a volver a la Casa Blanca.
En una nota especial, economistas de Citibanamex proyectaron una ralentización en la fabricación de vehículos ligeros para 2024 y 2025.
“Hacia delante, esperamos que la producción se mantenga modesta, ante la expectativa de la desaceleración en la economía de EE.UU”, señalaron los especialistas.
Entre los riesgos a la baja, dijeron, está una recesión económica en Estados Unidos, el panorama político tanto en ese país como a nivel local, así como mayores presiones inflacionarias en los precios del productor del sector que podrían traspasarse al consumidor.
Los economistas de Citibanamex señalaron que pese a ser relevante en términos de producción y exportación a nivel global, México tiene una gran dependencia a la economía estadounidense, ya que al menos 80% de los vehículos que se fabrican en territorio nacional se dirigen al país vecino.
“Al ser tan dependiente de la economía estadounidense, cualquier cambio en la política internacional entre ambos países podría afectar considerablemente al sector”, indicaron en la nota.
Agregaron que el impulso a la industria automotriz por la relocalización de cadenas de suministro, conocido como nearshoring, podría verse con mejor percepción una vez que se lleven las elecciones presidenciales en EE.UU. en noviembre.
