Por qué el blindaje de las reformas constitucionales AMLO-Sheinbaum abre espacio a la discrecionalidad

El abogado constitucionalista, Javier Martín Reyes, dijo en entrevista que la reforma debilita las vías de defensa para las empresas e inversionistas, como es el juicio de amparo

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Ciudad de México — El blindaje del paquete de reformas a la Constitución del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el cual hizo suyo la presidenta Claudia Sheinbaum desde la campaña e inicio de sexenio, abrirá un espacio de discrecionalidad para el Gobierno, dijo el abogado constitucionalista, Javier Martín Reyes.

Martín Reyes, investigador asociado del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, dijo a Bloomberg Línea que la reforma debilita las vías de defensa para los ciudadanos, pero también para las empresas, inversionistas y personas con un interés económico en México.

La supermayoría de Morena en el Senado aprobó en fast track la reforma que declara improcedentes las impugnaciones de reformas constitucionales ante el Poder Judicial, con lo que el oficialismo busca blindar de inmediato la reforma judicial aprobada por el Congreso en septiembre pasado.

Este lunes 28 de octubre se prevé la aprobación de la reforma en comisiones, a fin de que sea el martes 29 de octubre cuando los diputados de Morena y aliados la avalen en el Pleno de San Lázaro. Después, la reforma irá a los congresos estatales y será promulgada por la primera presidenta mujer en México, Sheinbaum.

La reforma establece que el amparo, controversias y acciones de inconstitucionalidad -que actualmente se interponen ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Poder Judicial- no procederán en modificaciones a la Constitución.

Martín Reyes señaló que la reforma propuesta por el oficialismo acrecentó la incertidumbre jurídica que ya había por la elección de jueces, magistrados y ministros en 2025, ya que el voto popular no es garante de que lleguen a los cargos las personas más capacitadas e independientes.

Además, en el caso del juicio de amparo, un recurso jurídico que suelen utilizar las empresas como medio de defensa, Martín Reyes advirtió que se están insertando restricciones para que a través del amparo no se puedan impugnar las reformas constitucionales.

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Ante tal escenario -afirmó- lo que habrá son desincentivos para que las empresas o cualquier persona moral o física acudan al sistema de justicia mexicano y será bajo ese ambiente que se estén abriendo espacios para la discrecionalidad del Gobierno cuando aplique las reformas aprobadas y futuras.

Yo diría: es peor. No solo es más discrecionalidad para el Gobierno, lo que hace esta reforma es todavía abrir más la puerta para la arbitrariedad, es decir, si eres una empresa y el Gobierno toma una decisión arbitraria, tendrás de dos: defenderte por la vía judicial o irte a negociar políticamente

Javier Martín Reyes. investigador asociado del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM

El abogado recordó que la reforma judicial nació porque al expresidente López Obrador le disgustaron muchas decisiones de la Suprema Corte y de los tribunales federales que dictaban resoluciones para hacer cumplir la Ley o la Constitución.

Sin el afán de hacer una apología del sector privado, Martín Reyes dijo que la reforma supone restricciones en el juicio de amparo como que no se pueden dictar amparos con efectos generales, lo que es relevante para temas de competencia económica.

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La reforma también abre otra ventanita para que los conflictos sociales o con particulares o empresas, se empiecen a resolver ya no en el sistema de justicia, sino que se resuelvan en la arena política, con todas las consecuencias que eso puede llegar a tener

Javier Martín Reyes. investigador asociado del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM

El investigador deThe Baker Institute for Public Policy, dijo que la incertidumbre actual es la antítesis de lo que necesitan las inversiones para llegar a México, ya que las empresas necesitan las reglas del juego claras, pero en este inicio de sexenio las reglas están cambiando y los árbitros también.

Para dimensionar el cambio, Martín Reyes hizo una metáfora de la reforma judicial con un torneo de fútbol: durante el torneo se decide despedir a todos los árbitros y se acuerda que la porra más grande sea la que elija a los nuevos árbitros.

En este momento quien tiene la porra más grande y es indiscutible y así es la democracia, es Morena y aliados, ellos son los que tienen la maquinaria de movilización del voto más importante

Javier Martín Reyes. investigador asociado del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM