Ciudad de México — Las petroleras privadas que operan en México registraron un crecimiento en la producción de petróleo crudo y condensados durante agosto de 2023, el nivel más alto en lo que va del año, según las cifras más recientes de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
El sector privado logró una producción de 109.000 barriles diarios, un repunte mensual de 4%. En su comparación anual, la extracción privada de petróleo subió 2,5%.
Las compañías privadas no registraban un nivel tan elevado desde septiembre de 2022 cuando lograron una producción récord de 113.000 barriles diarios, la mayor producción desde que entraron al mercado mexicano.
La italiana Ente Nazionale Idrocarburi, conocida como ENI, encabeza la producción con 35.400 barriles diarios y su nivel más alto desde que comenzó a producir en el bloque marino que contiene los campos Miztón, Amoca y Teocalli en julio de 2019.
Las petroleras Hokchi y Petrofac ocupan el segundo y tercer lugar productivo. En suma, las tres compañías aportan más del 70% de la producción del sector privado.
Fieldwood, una de las compañías que encabezaba la producción, ha registrado un importante declive de más del 50% en el bloque que contiene los campos marinos Ichalkil y Pokoch, ante una escasez de plataformas de perforación.
Bloomberg Línea consultó a Petrobal, socia de Fieldwood, pero declinó comentar al respecto.
Las petroleras privadas representan 5% de la producción total en México, mientras que el gigante estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) aporta el 95% restante de la producción nacional.
El sector privado tiene como meta producir 214.000 barriles diarios este año. El próximo año, las petroleras privadas tienen el objetivo impuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador de 280.000 barriles diarios.
Merlin Cochran, director general del lobby petrolero Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi), reveló en agosto que no hay nuevos pronósticos de producción, luego de que en abril del año pasado dijo que estarían listos ante los retrasos de producción e incumplimientos en los objetivos.
AMLO impuso la meta de 280.000 barriles diarios a las empresas privadas antes de considerar nuevas subastas petroleras, las cuales fueron canceladas al inicio de su administración, mientras su Gobierno intenta rescatar a Pemex, la petrolera más endeudada del mundo.
