Ciudad de México — Petróleos Mexicanos, empresa estatal conocida como Pemex, y sus socios privados encabezados por la petrolera estadounidense Talos Energy gastarán US$9.085 millones en la explotación de Zama, el primer campo unificado en México entre dos empresas.
El regulador mexicano, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), aprobó el plan de desarrollo del yacimiento marino que será operado por Pemex, además de su primer programa de trabajo y presupuesto asociado, durante su sesión ordinaria número 13.
La inversión estimada en US$4.541 millones para el campo Zama se utilizará para construir dos plataformas y la perforación de 46 pozos, 17 productores y 17 inyectores para manterner la presión. El costo operativo ascenderá a US$4.544 millones para la operación de plataformas, ductos y desmantelamiento de instalaciones hacia 2051.
Pemex posee 50,4% de participación accionaria en Zama; Talos Energy tiene 17,4%; la petrolera vinculada al oligarca ruso Mikhail Fridman, Wintershall Dea, 19,8% y 12,4% está en manos de Harbour Energy.
El 25 de mayo, Grupo Carso del magnate mexicano Carlos Slim Helú anunció la compra de 49% de la filial de Talos Energy en México pendiente de aprobación por las autoridades mexicanas.
La CNH también confirmó que el inicio de extracción en Zama se retrasará hasta 2025, y reveló que llegará a su pico de producción 180.000 barriles diarios de petróleo crudo ligero más 70 millones de pies cúbicos diarios en 2029.
¿Por qué es importante el campo Zama para México?
México recibirá una renta petrolera por la explotación de Zama de US$31.000 millones, según el Fondo Mexicano del Petróleo.
“Este no es cualquier proyecto. En el caso del campo Zama es uno de los más importantes”, dijo el presidente de la CNH, Agustín Díaz Lastra.
El valor presente neto después de impuestos por la explotación de Zama con un contrato de producción compartida será de US$1.761 millones con una tasa interna de retorno después de impuestos de 22%.
La presentación del plan para Zama ocurre después de una larga disputa entre Pemex y Talos por la operación del descubrimiento petrolero más importante de México en los últimos 10 años.
El campo fue descubierto por Talos en 2017 luego de la reforma energética del expresidente priista Enrique Peña Nieto que terminó con el monopolio de Pemex en la búsqueda y explotación de hidrocarburos para abrir el sector a la inversión privada.