Ciudad de México — La empresa estatal Petróleos Mexicanos perdió US$1.191 millones (MXN$20.168 millones) por robo de combustible durante 2023, según un documento regulatorio de Pemex, como se conoce a la compañía.
Las pérdidas por el robo y comercio ilegal de petrolíferos a Pemex representaron un crecimiento de 1,3% anual desde los US$1.175 millones (MXN$19.891 millones) reportados en 2022.
La petrolera más endeudada del mundo reportó un robo promedio de 15.400 barriles diarios, un aumento de 22% anual.
“Durante 2023, experimentamos un aumento en el robo y comercio ilegal de los combustibles que producimos”, señaló la empresa petrolera en el informe.
Ver más: Pemex retrasa producción de gasolina en refinería Dos Bocas hacia el verano de 2024
Pemex mencionó en el documento que las redes ilegales de la delincuencia se han sofisticado y ampliado por lo que han implementado diversas iniciativas para combatirlas, como la coordinacion con autoridades militares, fiscales y judiciales, soluciones tecnológicas, modernización de sistemas informáticos y aumento de la seguridad en los ductos.
El mercado ilícito de combustibles en México involucra principalmente el robo, adulteración y transporte, almacenamiento, distribución y comercialización ilegal de los hidrocarburos que Pemex y otras empresas producen.
“Esta actividad criminal consiste principalmente intervenciones ilegales en nuestros oleoductos, robo y comercio ilegal de combustibles y manipulación de la calidad de los productos que producimos y transportamos”, agregó la empresa.
El presidente Andrés Manuel López Obrador implementó una estrategia al inicio de su administración para reducir el robo de combustible de Pemex que involucró a más de una decena de instituciones federales con resultados mixtos, pero con un descenso significativo en el número de barriles que cayó de 56.000 unidades diarias en 2018 hasta un promedio de 5.200 barriles por día entre 2019 y 2022.
El Gobierno mexicano tiene como objetivo que Pemex produzca toda la gasolina y diésel que el país demanda.
La razón detrás es bajar el precio de los combustibles, pero Pemex ha enfrentado retrasos significativos en las obras que, según López Obrador, permitirán alcanzar la meta, principalmente en dos plantas coquizadoras en los complejos de Tula y Salina Cruz, además de la entrada en operación de la nueva refinería Dos Bocas, oficialmente llamada Olmeca.
La apuesta por refinación petrolera de López Obrador le ha costado a Pemex la caída de su calificación crediticia a bono basura con las agencias Fitch Ratings y Moody’s.
Pemex actualmente produce 1,8 millones de barriles diarios de petróleo y condensados. Arrastra una abultada deuda financiera de US$101.500 millones (MXN$1,69 billones), cifra que se alcanzó durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto.
Ver más: Pemex reporta ventas por US$380 millones en combustible a Cuba
