Ciudad de México — Petróleos Mexicanos, compañía estatal conocida como Pemex, está 39% abajo de su meta de producción de combustibles para 2023.
El gigante dirigido por Octavio Romero Oropeza produjo en sus seis refinerías un promedio de 446.000 barriles diarios de gasolina, diésel y turbosina de enero a julio de este año, de acuerdo con los datos más recientes publicados por la empresa.
Durante julio de 2023, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador (AMLO) presentó los objetivos de producción de combustibles de Pemex para el resto del sexenio. En el caso de las seis refinerías que operan actualmente en el país, el pronóstico asciende a 731.000 barriles diarios.
En total, Pemex estimó producir 1,11 millones de diarios de combustibles al cierre de este año con ayuda de la nueva refinería Dos Bocas, el complejo Deer Park y la entrada en operación de la planta coquizadora en la refinería de Tula.
Pero la producción de combustibles de Dos Bocas lleva más de un año de retraso desde que se inauguró en julio de 2022.
El mandatario reveló que la obra más importante de su Gobierno comenzaría a refinar a más tardar en noviembre de este año, mientras la encargada del proyecto, la Secretaría de Energía, Rocío Nahle García, concluye con la fase de pruebas operativas y arranque.
El proyecto global de la planta coquizadora de Tula tiene un progreso de 50% y estará concluida en el tercer trimestre de 2024, dijo Reinaldo Wences, subdirector de evaluación y cumplimiento regulatorio de la subsidiaria Pemex Transformación Industrial (TRI) en una llamada con analistas.
En el caso de Deer Park, el CEO de la filial Pemex Comercio Internacional, Ulises Hernández Romano, reveló que el complejo envía a México entre 15 y 20% de la gasolina, diésel y turbosina que produce en Texas, mientras que el resto se comercia en el mercado de Chicago porque es más rentable.
Pemex ha enfrentado un estancamiento, incluso una caída en sus niveles de refinación porque produce más combustóleo que gasolina, además de una capacidad limitada de almacenamiento.
El combustóleo es un petrolífero contaminante con el que Pemex pierde dinero. Aunque actualmente construye dos plantas coquizadoras (Tula y Salina Cruz) para revertir la tendencia, pero las obras se han retrasado.
