Ciudad de México — La empresa estatal Petróleos Mexicanos destacó un menor número de accidentes en promedio durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero la tendencia se ha incrementado en los últimos tres años.
Pemex, como se conoce a la compañía, informó que el índice de frecuencia registra un promedio de 0,35 accidentes por millón de horas-hombre laboradas de 2019 a 2023, el nivel más bajo desde 1996, según una presentación de la compañía vista por Bloomberg Línea. AMLO asumió la presidencia de México en diciembre de 2018.
“Es el (índice) más bajo en 30 años, nada más para que sepamos de qué estamos hablando. Esto no significa bajo ninguna circunstancia que minimicemos a cifras aritméticas y de promedio lo que ha ocurrido”, declaró el CEO de Pemex, Octavio Romero Oropeza, durante su comparecencia ante la Cámara de Diputados, el 9 de octubre.
Pero la tendencia del índice de accidentes va en ascenso desde 2021, cuando la economía global, y por lo tanto la demanda de petróleo, comenzó a reactivarse tras la pandemia de Covid-19. Este indicador alcanzó su mayor nivel desde 2013, además de haberse duplicado frente al primer año de Gobierno de AMLO, como se conoce al mandatario. Actualmente el índice se encuentra en 0,50 accidentes por millón de horas-hombre laboradas
Bloomberg Línea consultó a Pemex sobre el tema, pero no obtuvo respuesta.
El directivo señaló en una gráfica que empresas europeas como BP, ENI, Equinor, Repsol, Shell entre otras registran un índice superior promedio de 0,77 accidentes por millón de horas-hombre laboradas, mientras que las compañías norteamericanas como Chevron, ConocoPhillips y ExxonMobil están por debajo con 0,33 accidentes por millón de horas-hombre.
Respecto a América Latina, la empresa estatal de origen argentino YPF y la brasileña Petrobras también rebasan a Pemex con un índice de 0,63 accidentes por millón de horas-hombre trabajadas, según datos de la petrolera mexicana.
Principales accidentes
Durante la administración de Romero Oropeza, Pemex ha enfrentado cuatro de los accidentes más graves en su historia. El primero fue la explosión de un ducto donde cientos de personas robaban combustible en la que murieron 85 personas en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo en enero de 2019, a pesar de la presencia de militares y policías.
Sobre la explosión en Tlahuelilpan, Romero Oropeza comentó que Pemex fue la empresa afectada y que personas llamaron a la población civil a robar el combustible fugado de la toma clandestina.
“Ahora resulta que es culpa de Pemex. Con todo respeto, está usted equivocado”, respondió Romero Oropeza al diputado opositor del Partido Acción Nacional, Iván Rodríguez, quien cuestionó los accidentes de la compañía.
El segundo, ocurrido en julio de 2021, fue un incendio en el Golfo de México donde la fuga submarina de gas provocó un ojo de fuego que causó múltiples críticas de activistas y políticos alrededor del mundo como la sueca Greta Thunberg y el demócrata estadounidense Bernie Sanders.
Un mes después, en agosto de 2021, una explosión en la plataforma marina Ku-Alfa mató a cinco trabajadores y significó la pérdida de una tercera parte de su producción diaria de 1,6 millones de barriles.
Durante julio de 2023, Pemex registró otra explosión en la plataforma marina Nohoch-Alfa mató a dos personas y afectó el equivalente a un día de su producción petrolera.
El CEO de Pemex comentó que resultado del análisis causa-raíz concluyó que el accidente se debió a fallas humanas a cargo de la empresa contratista Cotemar como del personal de Pemex responsables de la supervisión. y que las investigaciones de las autoridades determinarán las responsabilidades correspondientes.
“No fue un tema de falta de mantenimiento, de inversión, de programación, al contrario, estaba dentro de un trabajo perfectamente programado”, comentó.
Incluso en la misma semana de la explosión de julio, Pemex también enfrentó un derrame en el Golfo que fue reportado por el científico argentino Guillermo Tamburini y que la compañía reconoció días después.
El ingeniero agrónomo encargado de la petrolera mexicana dijo que durante la colocación de una nueva red de ductos que se concluyó en agosto, se presentó la fuga que todavía no se había sustituido, cuya fisura provocó la fuga de 1.600 barriles derramados, de los cuales se recuperaron 1.000, sin afectaciones a las costas ni ecosistema, según las dependencias Secretaría de Marina y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente.
“Revisen lo que pasó en los otros sexenios donde los índices son más altos y se van a encontrar cosas más interesantes”, declaró Romero Oropeza.
