Ciudad de México — Petróleos Mexicano, la petrolera estatal de México, dejará 16% del mercado mexicano de gasolina, diésel y turbosina a empresas privadas hacia 2024, el último año de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, según una presentación de la petrolera mexicana.
Pemex, como se conoce a la empresa productiva del Estado mexicano, precisó que cerrará el sexenio con una participación en el mercado de combustibles de 84% frente a la promesa de AMLO, como se conoce al mandatario, de alcanzar la autosuficiencia en gasolina y diésel al final de su sexenio.
Al cierre de diciembre de 2023, Pemex vendió 1,58 millones de barriles diarios de gasolinas, diésel y turbosina, equivalentes a 82% del mercado.
“Pemex mantiene el liderazgo en la venta de combustibles en el país, más del 82% del mercado interno es abastecido con productos Pemex”, precisó la petrolera dirigida por Octavio Romero Oropeza en el documento visto por Bloomberg Línea.
Para el CEO de la consultora energética PetroIntelligence, Alejandro Montufar, México sí alcanzaría la soberanía en petrolíferos con el plan de Pemex, pero hasta 2026 considerando la situación actual de permisos desde el regulador y la estrategia de rescate de la empresa por parte del Gobierno mexicano.
“Habrá que monitorear que las metas se logren, ya que se ha visto que los tiempos planeados no se han podido lograr en la práctica, además de considerar posibles retrasos por posibles incidentes que han tenido un alza importante”.
Competidores como Valero, Exxonmobil, Koch y Shell son las principales empresas que importan y venden combustible en México, tras la apertura del sector a la iniciativa privada a partir de una reforma energética impulsada por el expresidente priista Enrique Peña Nieto, en medio de una serie de medidas que han endurecido las importaciones de combustibles por parte del Gobierno de México con el objetivo de combatir el contrabando.
La petrolera estatal enfrenta múltiples retrasos y accidentes en el negocio de refinación. Por una parte, la refinería Dos Bocas, inaugurada en julio de 2022, sigue sin producir gasolina y diésel de forma comercial.
Aunque las seis refinerías de Pemex incrementaron la producción de combustibles en el sexenio, están por debajo de los objetivos de Pemex, además de que las plantas coquizadoras de Tula y Salina Cruz estarán listas u operando a su máxima capacidad después del sexenio de AMLO.
Pemex prevé importaciones —a las cuales llama déficit— este año en el orden de 298.000 barriles diarios de gasolina, diésel y turbosina para cubrir su demanda, estimada en 1,34 millones de barriles.
La compañía contabiliza la producción de la refinería de Deer park, pero al estar ubicada en Estados Unidos, los 242.000 barriles diarios de combustibles que elabora son importaciones.
“El estimado que estamos pensando lograr en septiembre de 2023, antes de irnos, es un déficit de 62.000 barriles nada más, ya muy cerca de la a autosuficiencia”, declaró Romero Oropeza en la conferencia del presidente.
El directivo dijo que con la entrada en operación de la planta coquizadora de Salina Cruz en 2025, la empresa refinará todo el petróleo crudo que produce, actualmente en un nivel de 1,8 millones de barriles diarios.
