Ciudad de México — Trinity Industries, una empresa estadounidense que fabrica y renta carros para la industria ferroviaria, alertó a sus inversionistas de afectaciones en sus operaciones debido a la ola migratoria en el norte de México.
La compañía entregó en el tercer trimestre 4.325 nuevos carros, 685 menos que los originalmente proyectados, luego de que la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés) cerró temporalmente el cruce fronterizo entre Eagle Pass, Texas, y Piedras Negras, Coahuila, informó ante Securities and Exchange Commission (SEC).
La compañía, con sede en Dallas, Texas, fabrica sus carros de tren en México, en centros de manufactura ubicados en Sabinas y Monclova, y los exporta a Estados Unidos.
El pasado 20 de septiembre, CBP cerró temporalmente las operaciones de procesamiento de vehículos en el Puente 1 y el puente ferroviario internacional en Eagle Pass, para redirigir al personal para ayudar a la Patrulla Fronteriza a detener a los migrantes.
La situación en Eagle Pass llevó incluso a Elon Musk, una de las personas más ricas del planeta, a visitar el sitio y alertar sobre los riesgos de colapso de los servicios públicos en varias ciudades de Estados Unidos.
Luego de que ese cruce fronterizo fue reabierto el 23 de septiembre, Trinity ha enfrentado retrasos en sus cadenas de suministro debido a la saturación por los controles establecidos por las autoridades fronterizas.
“Trinity permanece en estrecho contacto con todas las partes interesadas, incluidas las agencias gubernamentales pertinentes, y continúa evaluando alternativas disponibles para el transporte por ferrocarril y camión entre México y EE.UU.”, dijo la compañía en el comunicado.
De acuerdo con analistas de BBVA México los encuentros migratorios en EE.UU. alcanzaron su máximo nivel en el mes de agosto, tras registrar 304.000 aprehensiones e inadmisiones. Las cifras de septiembre apuntan a 200.000 detenciones, de acuerdo con CNN.
El aumento considerable del flujo migratorio hacia EE.UU. “provoca una saturación en sus capacidades de detención de migrantes y un aumento de los casos pendientes por resolver en las cortes migratorias”, escribió Juan José Li Ng, analista de BBVA México, en una nota del 2 de octubre.
Las medidas para controlar el flujo de personas que buscan cruzar ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos, está impactando en las operaciones de empresas en ambos lados del Río Bravo.
Grupo México Transportes, el negocio ferroviario del conglomerado Grupo México, detuvo el 19 de septiembre las operaciones de 60 trenes de carga, para evitar lesiones o muerte de personas que buscan subirse a sus unidades para trasladarse hacia la frontera.
“Hora tras hora se evalúan las condiciones de riesgo y se ha determinado el restablecimiento del tráfico ferroviario seguro solo en las rutas en las que no existen condiciones de riesgo elevado”, dijo la compañía en un comunicado distribuido en la Bolsa Mexicana de Valores el 21 de septiembre.
Otro cruce fronterizo afectado fue el Puente de las Américas, que divide a Ciudad Juárez, Chihuahua, con El Paso, Texas. El cierre de este punto de cruce generó pérdidas diarias por US$35 millones, de acuerdo con la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
“Tanto México como EE.UU. pueden perder mucho de no resolverse la crisis migratoria. Esto puede condicionar la llegada de empresas y capital extranjero producto del nearshoring al no existir las condiciones necesarias para que las inversiones puedan prosperar en ambos países”, dijo el organismo empresarial en un comunicado del 21 de septiembre.
