Ciudad de México — La nueva presidencia de México tendrá una responsabilidad histórica con el nearshoring, por lo que deberá asegurarse de que la relocalización de empresas se materialice a través de una buena política económica y gasto público enfocado en el crecimiento, dijo a Bloomberg Línea Luis Foncerrada, economista en jefe de la American Chamber (AmCham) México.
Si la futura presidenta, sea Claudia Sheinbaum, de la coalición Sigamos Haciendo Historia, o Xóchitl Gálvez, de la coalición Fuerza y Corazón por México, efectúa una buena política económica, habrá optimismo e inversión importante en el país, estimó Foncerrada, en entrevista con La Estrategia del Día, en su edición especial Sorbo Electoral.
La nueva presidenta, que por primera vez será una mujer, y eso es bueno, tendría que entrarle cuidadosamente a esta parte de asegurar que el nearshoring se pueda dar y ver cómo podemos aprovechar las oportunidades que se presentan. Tiene una responsabilidad histórica, si la oportunidad se pierde, no vuelve
Luis Foncerrada, economista en jefe de la AmCham México
Foncerrada, quien cuenta con más de 40 años de trayectoria en el terreno económico y con experiencia ganada tras su paso por Hacienda, Pemex, el FMI, Banco Mundial y cámaras empresariales, dijo que la elección presidencial ocurre en un momento positivo para la economía mexicana.
La tasa de crecimiento de 2022 y 2023 fue alta y, aunque es probable que en 2024 la economía crezca un poco menos, alcanzará un nivel de 3% que es favorable y que se atribuye a que la economía todavía trae el impulso del gasto de Gobierno y la inversión que se dio el año pasado, dijo el economista.
La economía mexicana creció 3,2% en 2023, lo que implicó tres años consecutivos de datos positivos para el Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En tanto, el 28 de febrero Banco de México (Banxico) ajustó a la baja su pronóstico de crecimiento, ahora espera que el país crecerá 2,8% en 2024, en lugar de 3% de su previsión anterior.
Un punto de preocupación en medio de la elección más grande de la historia de México es el déficit fiscal que el Gobierno proyecta para 2024. “Es un déficit de más de 5% del PIB, es una cantidad brutal de dinero”, apuntó Foncerrada.
El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prevé que los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), la medida más amplia del déficit público, ascienda a MXN$1.8 billones este año, lo que equivale a 5,4% del PIB.
Este dato implica que México tendrá en 2024 un déficit fiscal no visto en 24 años, de acuerdo con los datos de Hacienda.
“Sería gravísimo para México perder la oportunidad del nearshoring”
El nearshoring ha hecho que se hable del “momento mexicano” ante la llegada de inversiones y la expectativa de flujos venideros al país, sin embargo, ese momento solo será posible si la nueva presidencia lleva a cabo una política inteligente para materializar la relocalización.
Foncerrada mostró cierta cautela del fenómeno del nearshoring porque, en su opinión, los montos de inversión extranjera probablemente no sean los que se esperan y porque el país tiene muchos retos en infraestructura y seguridad pública.
Mejorar y aumentar la infraestructura implica trabajar en carreteras y puentes hacia Estados Unidos, modernizar las aduanas, los puertos, hacer vías férreas e instalar fibra óptica.
Sería gravísimo que perdiéramos esta oportunidad del nearshoring para México. El gasto en inversión tiene que ser importante, tiene que haber ahora una mejora en trámites y en los permisos para instalarse
Luis Foncerrada, economista en jefe de la AmCham México
México anotó un récord en Inversión Extranjera Directa en 2023 al registrar US$36.058 millones de flujo, sin embargo, la llegada de estos flujos se da entre dudas sobre el boom de la relocalización porque la inversión nueva es poca comparada con la reinversión de utilidades.
La Secretaría de Economía contabilizó 52 anuncios de inversión del sector privado en el primer bimestre de 2024 con una expectativa de US$25.844 millones y la generación de 28.702 nuevos empleos.
Foncerrada afirmó que quien está aprovechando el nearshoring es Estados Unidos. Indicó que el 4 de enero el Departamento de Comercio de ese país anunció una inversión extranjera nueva de US$200.000 millones, una cantidad no vista en ese país.
En Estados Unidos hay un programa que se llama SelectUSA para las empresas que están regresando al país, mientras que los estados americanos han lanzado programas para atraer las inversiones y están garantizando seguridad e infraestructura, y trámites en dos semanas.
Ante ese escenario, ¿cuál sería el panorama si llega a la presidencia de ese país Donald Trump? Foncerrada consideró que con el retorno del republicano indudablemente dará más importancia a que las empresas vuelvan a Estados Unidos.
Crecimiento en 2024 y desaceleración a la vista en 2025
Foncerrada, integrante del Comité de Fechado de Ciclos Económicos de México, dijo que el Gobierno mexicano pidió deuda para 2024 con dos fines, primero para inversión pública y para subsidios entregados vía los programas sociales, si bien la Constitución prohíbe el endeudamiento para gasto en transferencias.
Debido a que los ingresos presupuestarios esperados en 2024 son menores al gasto público proyectado, el Gobierno de AMLO recurrió al déficit fiscal, ya que solicitó al Congreso un endeudamiento por un monto de MXN$1.9 billones para 2024, cantidad que es 72% mayor al endeudamiento solicitado para 2023.
Si bien parte de la deuda solicitada se irá en transferencias, esos recursos se traducirán en consumo y esta es una variable que incrementa el crecimiento económico, por lo que el 2024 podría crecer al 3% o alrededor de esa cifra.
En medio de este optimismo para la actividad económica, Estados Unidos aparece como el factor en contra. Foncerrada señaló que es probable que la economía americana se frene un poco, pero si no se desacelerara la economía del socio comercial más importante de México, el país podría crecer al 3,3%.
Sin embargo, en 2025 el rumbo que tomará la economía será otro. Explicó que todos los primeros años de gobierno, invariablemente el gasto público se reduce y la principal razón es que los gobiernos entrantes no tienen un programa de gasto totalmente armado, por lo que el ritmo de gasto es menor.
El 2025 indudablemente va a tener una tasa inferior de crecimiento, va a tener el impulso del gasto del 2024 porque ese dura más de un año, no con la misma fuerza, pero en el 2025 esta reducción del gasto público también a su vez implica una menor tasa de crecimiento. Entonces la tasa de crecimiento para el 2025 puede ser la mitad de la que sea en el 2024, a lo mejor 1,5% o por ahí
Luis Foncerrada, economista en jefe de la AmCham México
Banxico proyecta una expansión del PIB de México para 2025 de 1,5%.
Para atenuar la desaceleración económica en 2025 -añade el economista en jefe de AmCham- quien llegue a la Presidencia de la República deberá poner especial atención en la Inversión Extranjera Directa por el nearshoring.
Los riesgos para las finanzas públicas en 2024
Para Foncerrada no hay duda, el déficit es actualmente el principal riesgo de las finanzas públicas. Petróleos Mexicanos (Pemex) y el destino del gasto público son otros riesgos que, no obstante, podrían no ser foco rojo en las finanzas si hacia delante se toman otras decisiones.
La deuda pública que en 2024 se ubicará en un nivel de 48% como proporción del PIB no es motivo de alarma, sostuvo el economista. Añadió que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), la medida más amplia de la deuda, se ha mantenido por debajo del 50% porque la economía ha crecido.
De hecho -previó- la deuda pública va a subir más allá del 50% en los próximos 10 años y no será cuestión de preocupación en el supuesto de que la economía será más grande.
Lo que sí le genera preocupación es el creciente pago de intereses por la deuda como proporción del gasto, esto porque mientras más recursos se destinen al costo financiero, menos recursos habrá para asignar a educación, salud o inversión.
Hay un buen perfil de la deuda, hay que cuidarlo mucho, es decir, la deuda externa tiene un promedio de vida de 20 años, no significa un problema, una tasa razonable, la deuda doméstica, la que se contrata aquí, es la que empieza a crecer en términos de la tasa
Luis Foncerrada, economista en jefe de la AmCham México
Refirió que entre las empresas mexicanas y extranjeras el sentimiento mayoritario es que están en México por un largo plazo y eso hace que sobrepasen aspectos como el déficit o la situación financiera de Pemex.
Expuso que hay empresas que cuestionan que México no está invirtiendo y gastando el presupuesto en lo que se requiere, además del alto déficit fiscal que se espera para 2024, lo que supondría problemas en el corto plazo.
Pero hay otra postura empresarial, la mayoritaria, que cree que los problemas de finanzas públicas de México no se verán en el corto plazo y que su plan es estacionarse en el país en el muy largo plazo a pesar de que haya “algunos baches”.
Sobre Pemex, mencionó que la empresa petrolera está sufriendo bajas en su calificación crediticia y es probable que las siga sufriendo; ante ello, la pregunta que surge entre los analistas es qué tanto contagiará esto a la calificación soberana de México.
Comentó que hay distintas opiniones, unas dicen que sí se contagia al soberano y otros opinan que no tanto porque son entes separados. Lo cierto -afirmó Foncerrada- es que las calificadoras sí están viendo a Pemex.
Creo que no se ven de inmediato riesgos muy significativos, pero se tiene que planear y se tiene que actuar con mucha lucidez y con mucho tiento y serenidad. Algo fundamental para las calificadoras y tal vez para los mercados financieros internacional, es cómo se gaste el presupuesto y si está impulsando el crecimiento
Luis Foncerrada, economista en jefe de la AmCham México