Moody’s cambia a negativa perspectiva de Pemex, pero mantiene calificación crediticia en bono basura

La agencia ratificó la nota de la petrolera mexicana Pemex en ‘B1′

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Ciudad de México — La agencia Moody’s mantuvo sin cambios la calificación crediticia de la empresa estatal Petróleos Mexicanos, conocida como Pemex, en ‘B1′ un nivel de riesgo altamente especulativo y considerado como bono basura en el sector financiero, pero cambió su perspectiva a negativa desde estable.

La decisión refleja la expectativa de que Pemex, la petrolera más endeudada del mundo, tendrá un apoyo “muy alto” del Gobierno mexicano en caso de necesidad y una correlación de incumplimiento muy alta entre ambas partes, de acuerdo con un comunicado.

La perspectiva negativa refleja la visión de Moody’s de que, ante la falta de cambios fundamentales en la estrategia de negocio de la petrolera, es probable que Pemex enfrente mayores riesgos crediticios, debido a su incapacidad de aumentar las inversiones de capital y de mejorar su desempeño financiero y operativo, como resultado de las restricciones de liquidez.

La perspectiva crediticia es una opinión sobre la probable dirección de la nota de un emisor de deuda —Pemex en este caso— durante el mediano plazo.

El aviso aparece una semana después de que la agencia Fitch Ratings degradó la nota de Pemex en medio de una ola de accidentes que han afectado a la compañía.

“Moody’s considera que el Gobierno, según lo prometido, seguirá financiando las necesidades de efectivo de Pemex en 2023 y 2024″, agregó.

Pemex tiene una deuda financiera de US$107.400 millones y enfrenta vencimientos por US$4.600 millones este año y US$10.900 millones en 2024.

Moody’s también afirmó en caa3 la evaluación de riesgo crediticio base (BCA por sus siglas en inglés) de Pemex que refleja su fortaleza crediticia intrínseca.

Moody’s considera poco probable un alza de calificación en el corto plazo para Pemex, pero la perspectiva podría volver a estable si hay una recuperación de confianza en la capacidad de la petrolera para implementar una estrategia que mejore su desempeño financiero y operativo a mediano plazo que se traduzca en una mejora de su posición de liquidez, así como un plan fiable para abordar desafíos ESG.

En sentido contrario, los factores que presionarían a la baja las calificaciones incluyen evidencia de disminución en la producción y reservas en el mediano plazo, afectaciones al desempeño operativo por la falta de inversiones de mantenimiento como resultado de políticas que debiliten el crecimiento o políticas imprevisibles para mejorar el desempeñó de la empresa.

Moody’s también mencionó como factor el aumento deflujo de efectivo libre negativo.