Ciudad de México — Mondelēz Snacking México, el nombre que la compañía internacional de golosinas creó tras comprar Ricolino a la mexicana Bimbo, prepara la expansión de la marca en medio de vientos en contra que han debilitado la demanda por los productos que vende en el país, así como la volatilidad en los precios del cacao, principal insumo del negocio que buscan fortalecer.
“Estamos regresando a patrones de crecimiento más prepandemia, donde son más moderados de los que hemos visto en estos últimos tres años, pero positivos y optimistas hacia el futuro”, dijo Oriol Bonaclocha, presidente de la compañía en México, durante una entrevista para el podcast de Bloomberg Línea, La Estrategia del Día con Jimena Tolama.
Las ventas netas de Mondelēz International, dueña de las galletas Oreo y Ritz, entre otros snacks, se contrajeron 7,7% al tercer trimestre, mientras que la utilidad operativa se desplomó 19.9%, en la región de América Latina. Una parte de la caída se vinculó a un efecto cambiario adverso frente al dólar estadounidense, pero también a una debilidad de la demanda, principalmente en el mercado mexicano, de acuerdo con su reporte.
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Analistas de Mizuho señalaron en una nota del 13 de noviembre la necesidad de llevar a cabo una ejecución más estricta de lo esperada en América Latina, sobre todo en México; considerando los precios competitivos y la complejidad de la integración de Ricolino.
De acuerdo con Bonaclocha, la empresa ha registrado una moderación en las tasas de crecimiento, luego de tres años de recuperación tras el desplome que representó la llegada del Covid-19 para sus productos, la mayoría de ellos categorías de impulso, que dependen de la visibilidad en el punto de venta, así como un entorno inflacionario.
Categorías como chicles, de marcas como Trident y Clorets, no han visto la recuperación de volúmenes prepandemia debido a cambios de hábitos, como una caída en las personas fumadoras y un menor consumo fuera de casa.
Mayores precios del cacao no frenan planes para Ricolino
La inflación en el segmento de confitería este año ha estado marcado por los máximos históricos en el precio del cacao, que ha estado afectando los pronósticos de crecimiento de las principales compañías de dulces y chocolates en el mundo, como Hershey’s, que recortó sus expectativas de ganancias y ventas para 2024.
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“Si prevemos, vamos a tener uno o dos años de disrupción con estos precios del cacao. Estamos haciendo todos los esfuerzos para poder superar esta tormenta, pero creemos que es algo pasajero, se va a volver a estructurar el mercado entre oferta y demanda”, dijo Bonaclocha, quien antes de llegar a Mondelēz, tuvo una trayectoria de casi un cuarto de siglo en Henkel, la fabricante de productos de limpieza Persil y Bref.
Para Bonaclocha, esto no cambia los planes de largo plazo, aunque sí representa ajustes en algunos aspectos en el corto plazo.
Mondelēz Snacking México prepara la siguiente etapa para Ricolino, que adquirió de Grupo Bimbo en 2022 por MXN$27.000 millones. Durante estos dos años, la empresa ha destinado US$125 millones (aproximadamente MXN$2.500 millones más) para la integración de la marca, que en varios aspectos era más grande que el propio Mondelēz en México.
La integración implicó sortear retos logísticos, como el establecimiento de centros de distribución, ya que de Bimbo sólo adquirió las rutas, y la unificación de sistemas para la planificación de recursos empresariales, conocida como ERP. Ricolino manejaba Oracle y Mondelez, SAP, por lo que la integración a un mismo sistema requirió 15 meses, de acuerdo con Bonaclocha.
Hacia el futuro, los planes para Ricolino, con productos muy arraigados a los consumidores mexicanos, como la emblemática Paleta Payaso, consideran incrementar la competencia, ganar mercado y expandirse al sur del continente como Argentina y Brasil.
La estrategia incluye también una mayor expansión hacia Estados Unidos, con un crecimiento que implica tener mayor presencia en cadenas minoristas como Walmart y Kroger, también el desarrollo de nuevos productos, aprovechando su portafolio, como el lanzamiento de una Oreo con cajeta Coronado, la cual combina la fusión de un producto fabricado por Mondelēz y uno que pertenece a Ricolino.
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