Ciudad de México — Mitsubishi Corporation (MC), un conglomerado empresarial japonés, continuará como cliente de su ex subsidiaria mexicana Exportadora de Sal (ESSA), que cuenta con la salina más grande del mundo, tras la venta de su participación al Gobierno de México.
El gigante japonés confirmó al mercado la venta del 49% de las acciones que mantenía en ESSA, una operación valuada en MXN$1.500 millones (aproximadamente US$87,7 millones), que fue anunciada por la Secretaría de Economía de México el sábado 24 de febrero.
“ESSA buscará lograr un mayor crecimiento bajo el liderazgo del sector público de México. MC continuará comprando sal producida por ESSA y brindando un suministro estable a nuestros clientes”, dijo la empresa japonesa en un comunicado.
La operación fue considerada por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, AMLO por las siglas de su nombre, como una “nacionalización”.
“Se dieron las condiciones y en buenos términos se les compró el 49% y ya esa empresa es 100% mexicana, se nacionalizó la exportadora de sal”, dijo AMLO, durante su conferencia matutina del 26 de febrero.
El movimiento sigue a una serie de adquisiciones realizadas por el Gobierno durante la presidencia de AMLO, como la compra de plantas de generación eléctrica a Iberdrola, que está próxima a concretarse; o la adquisición del 100% de la refinería texana Deer Park.
Antes de la compra de ESSA, el Gobierno de México, a través del Fideicomiso de Fomento Minero contaba con un interés de 51% en la empresa, que tiene sus operaciones de cara al Pacífico, en Guerrero Negro, Baja California Sur. Mitsubishi estaba vinculada a ESSA desde 1973, cuando adquirió la empresa al empresario estadounidense Daniel K. Ludwig.
ESSA produce más de ocho millones de toneladas anuales de sal, abasteciendo a mercados de Asia-Pacífico y la Costa Este de Estados Unidos y Canadá.
En el pasado reciente, la Auditoría Superior de la Federación, la autoridad fiscalizadora de la cuenta pública, realizó observaciones sobre la manera en que ESSA determinaba los precios de venta de sal industrial, en su revisión a la cuenta pública de 2019, que publicó en 2021.
El organismo apuntó en ese entonces a la importancia de modificar el contrato de comisiones y ventas con Mitsubishi Corporation para establecer condiciones equitativas que no limitaran la actuación de ESSA y le permitieran “acceder a nuevos mercados y evaluar otras alternativas para la venta del producto, a fin de maximizar la generación de valor para México”.