Ciudad de México — Dos miembros de la Junta de Gobierno de Banco de México (Banxico) plantearon discutir la magnitud de los próximos recortes de la tasa de interés, de acuerdo con la minuta del banco central correspondiente a la decisión de política monetaria del 26 de septiembre.
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Los miembros de Banxico coincidieron de forma general que la inflación ha mostrado una tendencia a la baja, sin embargo, no hay unanimidad en cuanto a los pasos a seguir en las próximas reuniones monetarias.
Banxico recortó la tasa de interés en 25 puntos base para dejar el referencial en un nivel de 10,50%, en su decisión del 26 de septiembre.
El recorte de la tasa ocurrió con una inflación subyacente a la baja y después de que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos rebajó su tasa de interés por primera vez en cuatro años. La Fed redujo su tasa de política en 50 puntos básicos para dejar la tasa en un rango de 4,75% a 5%.
Un miembro de la Junta de Gobierno consideró que se debe comunicar que hacia delante se prevé que el entorno inflacionario permita seguir reduciendo la tasa de referencia.
En ese sentido, subrayó que, ante los niveles en los que ya se encuentra el componente subyacente, “se podría evaluar la magnitud de los ajustes”.
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Otro miembro afirmó que desde la decisión de junio existían argumentos para continuar ajustando la postura monetaria, por lo que dicho margen se ha ampliado.
Destacó que la magnitud del recorte de la Fed, solo observado en periodos de marcada debilidad económica, brinda márgenes de ajuste en términos de la postura relativa y las señales de desaceleración de su actividad y su mercado laboral tendrán implicaciones adicionales sobre la demanda y las condiciones de holgura esperadas en México.
Estimó que el contexto inflacionario permite prever la continuidad en los ajustes al grado de restricción y agregó que “en ausencia de nuevos choques se podría comenzar a discutir la magnitud de los recortes”.
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Banxico, entre el ánimo de la desinflación y la cautela
Un miembro dijo que la calibración a la baja, que se inició en marzo de este año, ha sido prudente y gradual, con el fin de conservar una postura monetaria que mitigue los riesgos al alza para la inflación.
Señaló que ello ha derivado en un ciclo monetario más lento respecto al que se ha observado en otros episodios. Afirmó que si la distribución de riesgos para la inflación continúa progresando puede ser conveniente adoptar una senda de ajustes continuos que estarían en función de los datos.
Advirtió que a pesar de la mejoría en el panorama inflacionario no se descartan nuevos eventos de volatilidad que sigan requiriendo de cautela por parte del instituto central.
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Otro miembro advirtió que en los próximos meses se enfrentará una acentuada incertidumbre por factores externos e internos, por lo que la postura monetaria debe mantenerse lo suficientemente restrictiva para continuar con el proceso de desinflación.
Argumentó que prevalecen importantes riesgos y un elevado nivel de incertidumbre que podrían obstaculizar la desinflación, por lo que las siguientes decisiones deben tomarse con cautela.
La minuta de Banxico presentó el voto disidente del subgobernador Jonathan Heath, quien votó en contra de reducir la tasa de interés en septiembre pasado.
El subgobernador sostuvo que, por el momento, se necesita un poco más de tiempo para evaluar si se requiere ajustar la función de reacción del banco central ante las condiciones cíclicas y monetarias globales que se avecinan en los próximos meses.
