Ciudad de México — El paquete fiscal que envió al Congreso el presidente Andrés Manuel López Obrador para 2024, mismo que contiene proyecciones para 2025, podría generar presiones inflacionarias en medio de una política monetaria restrictiva que busca bajar a 3% la inflación, dijeron dos miembros de la Junta de Gobierno de Banco de México (Banxico).
La minuta de Banxico de la reunión de decisión de política monetaria del 28 de septiembre, dejó ver que los cinco miembros de la Junta de Gobierno están alineados con mantener por un tiempo prolongado a la política monetaria en terreno restrictivo, si bien con matices en cuanto a que hacia delante deberá haber cautela y gradualidad en la reducción de la tasa cuando sea el momento de bajarla.
Un miembro de la Junta de Gobierno expresó que el paquete fiscal puede generar presiones sobre la demanda agregada y añadió que de no cumplirse el proceso de consolidación fiscal previsto para 2025 ante los retos que ello implica, las consecuencias sobre la dinámica inflacionaria podrían ser aun mayores para ese año.
Mencionó que en un escenario de mayores presiones será necesario mantener el nivel de restricción monetaria por un periodo aún más prolongado de lo previsto en la reunión anterior y que hacia delante podría requerirse ampliar dicha postura ya sea de manera activa o pasiva.
Agregó que debe evaluarse el mejor curso de acción en caso de que las presiones inflacionarias se materialicen, con el objetivo de preservar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera.
Señaló que ante el panorama más complejo la guía prospectiva debe enfatizar que se mantendrá una postura restrictiva por un periodo más prolongado del previsto anteriormente y reiteró su opinión sobre la conveniencia de mantener la postura monetaria en terreno restrictivo durante todo el horizonte de planeación.
Otro miembro de la Junta de Gobierno destacó que la falta de sincronización entre la política fiscal expansiva y una política monetaria restrictiva implica estar atentos a que tengan que compensarse los posibles efectos que este estímulo pudiera tener en las presiones de demanda agregada.
Asimismo -añadió- se deberá estar vigilante de la posibilidad de que la postura fiscal sea más duradera de lo anticipado y si la reducción del balance proyectado para 2025 no es de la magnitud prevista.
“La materialización de estos riesgos podría necesitar de una restricción monetaria por más tiempo”, opinó.
Indicó que el periodo en que la tasa nominal permanezca fija deberá durar al menos lo que resta del año, con la posibilidad, de ser necesario, de extenderse más allá del primer trimestre de 2024, y consideró que en el comunicado debe conservarse la categorización de dicho periodo como “prolongado” e incluso “aún no definido”, con el fin de contribuir a la expectativa de que todavía no es posible vislumbrar con precisión la fecha del inicio de las disminuciones en la tasa.
Cautela y gradualidad hacia delante en política monetaria
Un miembro de la Junta de Gobierno destacó que el descenso más gradual de la inflación que ahora se prevé podría significar que sea necesario que la reducción en la tasa de referencia hacia delante sea más gradual, una vez que el proceso desinflacionario permita dichas diminuciones.
Apuntó que bajo este enfoque de cautela es crucial analizar la información que se va acumulando sobre la dinámica de los choques y de sus efectos. Añadió que ello se requiere para evitar recortes de la tasa de referencia que resulten prematuros o más rápidos de lo necesario y que, en consecuencia, comprometan la trayectoria descendente de la inflación.
Otro miembro dijo que la postura monetaria debe mantenerse restrictiva por un tiempo prolongado con el objeto de seguir propiciando condiciones para que la inflación regrese a su meta e indicó que el enfoque de política monetaria debe seguir siendo prudente, cauteloso y gradual.
Un miembro enfatizó que, ante la prevalencia de retos en el panorama inflacionario, se hace evidente la pertinencia de haber comunicado una pausa prolongada y continuar siendo cautelosos con la postura alcanzada. Consideró que ello indica que, gracias a la comunicación, se ha evitado un relajamiento prematuro de las condiciones monetarias.