Bloomberg — México presentará una queja formal contra Ecuador ante las Naciones Unidas en medio de una espiral en las relaciones luego de que la policía ecuatoriana irrumpiera en la embajada mexicana en ese país para detener a un alto político que había solicitado asilo.
Después de que el personal diplomático de México en Ecuador regresara a su país el domingo, la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, dijo que el gobierno de Ecuador había violado acuerdos internacionales al asaltar la embajada en Quito y detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas.
México presentará el lunes 8 de abril una queja ante la Asamblea General de la ONU y ante la Corte Internacional de Justicia, dijo Bárcena en una rueda de prensa en el aeropuerto internacional de Ciudad de México. “Estaremos presentando este triste caso y por supuesto iremos a todos los foros multilaterales regionales e internacionales que corresponden para que realmente esto, primero que nada, se condene por toda la comunidad internacional”, agregó.
“Es algo que nunca había ocurrido en la historia de México”.
El país ha roto los lazos diplomáticos con Ecuador y, además de llamar de vuelta a su personal diplomático, también detendrá las conversaciones sobre comercio. Las autoridades también reconsiderarán un programa que ofrece un estipendio a los ecuatorianos en México para que regresen a su país, como parte de un plan de empleo para reducir la migración en América Latina de cara a las elecciones de este año tanto en México como en Estados Unidos.
México ha acusado a Ecuador de violar la Convención de Viena, que prohíbe la entrada sin permiso en un espacio diplomático de otro país. Las autoridades judiciales ecuatorianas habían emitido una orden de detención contra Glas tras su condena por corrupción, y éste buscó refugio en la embajada mexicana, donde se le concedió asilo político.
La oficina presidencial de Ecuador acusó a México de conceder asilo “contraviniendo el marco legal convencional” y abusando de los privilegios de una misión diplomática.
Gobiernos como los de Brasil, Argentina, Uruguay, Perú y Honduras denunciaron el asalto a la embajada, mientras que el gobierno de Nicaragua acusó a Ecuador de “barbarie política neofascista” y dijo que también cortaba relaciones diplomáticas.
Un portavoz del Departamento de Estado estadounidense declaró que “se toma muy en serio las obligaciones de los países anfitriones en virtud del derecho internacional” de respetar las misiones diplomáticas y pidió a los dos países que resolvieran sus diferencias.
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