Bloomberg — México evalúa regresar a los mercados de deuda en yenes en el segundo semestre del año, según el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio.
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“Aprovechamos este mercado cada año y medio o dos, en promedio, por lo que este podría ser un buen momento para regresar”, dijo Yorio el lunes 6 de mayo en una entrevista en Nueva York.
México es uno de los pocos mercados emergentes fuera de Asia que vende deuda denominada en yenes, ofreciendo retornos ligeramente más altos a inversionistas japoneses acostumbrados a rendimientos ultrabajos.
La última vez que México vendió los llamados bonos samurái fue en 2022, cuando recaudó más de US$500 millones a través de pagarés vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Otra opción sería emitir en el mercado local, afirmó Yorio.
La Secretaría de Hacienda también está evaluando el apetito de los fondos de pensiones locales por los certificados de capital de desarrollo, para ayudar al Gobierno a completar el acuerdo de US$6.000 millones para la compra de las plantas de energía de la española Iberdrola.
Los instrumentos, conocidos como CKD, permiten a inversionistas participar en proyectos de tipo capital privado.
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“Estamos en una especie de fase de roadshow”, dijo Yorio. “Estamos recibiendo comentarios para decidir si aprovechamos o no el mercado”.
El Gobierno también podría aprovechar este mercado en la segunda mitad del año, afirmó.
‘Superpeso’
En los últimos 12 meses, el peso mexicano ha sido la moneda principal con mejor desempeño, lo que Yorio atribuyó a la fuerte inversión extranjera directa, las fuertes remesas y las altas tasas de interés.
Aun así, la moneda podría enfrentar cierta volatilidad cercano a la fecha de las elecciones de EE.UU., añadió, dado que los llamados de Donald Trump para imponer aranceles más altos a México en ocasiones han provocado que el peso se debilite.
La moneda experimentó una caída repentina el mes pasado en medio de crecientes tensiones en el Medio Oriente.
El reciente crecimiento económico ha estado en línea con las expectativas del Gobierno, a pesar de los temores de una desaceleración global, dijo.
Si bien Hacienda prevé una expansión del producto interno bruto del 2,5% al 3,5% este año, utiliza el extremo inferior de este rango para sus supuestos presupuestarios, dijo.
Un nuevo fondo de pensiones controlado por el Estado, que se creará antes de que el presidente Andrés Manuel López Obrador deje el cargo en octubre, será administrado por el banco central, dijo Yorio. La Secretaría de Hacienda está actualmente redactando las reglas bajo las cuales operará.
Yorio agregó que estaría feliz de servir en una eventual Administración de Claudia Sheinbaum, la favorita para la presidencia que cuenta con el respaldo de López Obrador en las elecciones del próximo mes.
“Pero esa es decisión de otra persona”, dijo.
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