Ciudad de México — México dejó de ser atractivo para que petroleras privadas participen en nuevas subastas, conocidas como Rondas Petroleras, según la senadora del Partido Acción Nacional y precandidata única del bloque opositor Frente Amplio por México a la presidencia, Xóchitl Gálvez.
La política mexicana declaró a medios que los mecanismos para licitar bloques petroleros están previstos en la Ley mexicana, tras su participación en el Congreso Conjunto de Asociaciones de Energía XIII en la Ciudad de México.
“Ya ni siquiera quieren venir, México ya dejó de ser un país atractivo”, dijo.
Los gigantes energéticos BP, Chevron y Equinor han devuelto los activos que ganaron en subastas al Estado mexicano y están en proceso de salir del sector petrolero de México.
Horas antes de las declaraciones de Gálvez, el comisionado del regulador petrolero, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Héctor Moreira dijo a Bloomberg Línea que México tenía listas 500 áreas petroleras para subasta.
El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador canceló dos subastas petroleras al comienzo de su administración en diciembre de 2018 para dar paso a su política de rescate de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
Las subastas formaron parte de la reforma energética de 2013 del expresidente Enrique Peña Nieto que puso fin a un monopolio de 75 años en manos de Pemex en exploración y producción de gas y petróleo.
A través de la CNH, México licitó más de 100 contratos con múltiples compañías, incluida Pemex.
Inversión privada en redes eléctricas, factible y legal
Gálvez también dijo que abrir la transmisión de energía eléctrica es factible y también lo permite la legislación mexicana.
“La posibilidad de que el sector privado invierta donde CFE no tiene dinero es factible y no se está modificando ninguna Ley”, comentó la funcionaria a pregunta de Bloomberg Línea.
Xóchitl Gálvez se refiere al párrafo sexto del Artículo 27 de la Constitución mexicana, donde existe una interpretación sobre la posibilidad de que las empresas participen en la transmisión y distribución de energía, aunque el mismo párrafo enuncia la exclusividad de Estado mexicano en materia de redes eléctricas.
“Corresponde exclusivamente a la Nación (...) el servicio público de transmisión, distribución de energía eléctrica; en estas actividades no se otorgarán concesiones, sin perjuicio de que el Estado pueda celebrar contratos con particulares en los términos que establezcan las leyes, mismas que determinarán la forma en que los particulares podrán participar en las demás actividades de la industria eléctrica”, dice la Constitución mexicana.
