Ciudad de México — México continúa con una caída de producción petrolera, presionada por el desempeño extractivo de Petróleos Mexicanos, la empresa estatal conocida como Pemex, según los datos más recientes compilados por Bloomberg Línea.
La plataforma de producción mexicana se ubicó en 1,74 millones de barriles diarios de petróleo y condensados de gas durante noviembre de 2024, el nivel más bajo desde febrero de 2021.
Ver más: Fitch mantiene calificación de Pemex en grado de bono basura
En un año, México ha perdido 164.000 barriles diarios de producción o 9%, mientras que en su comparación mensual la extracción retrocedió 2% o 40.000 unidades por día.
Pemex, petrolera que aporta el 94% de la producción nacional, registra las disminuciones más importantes en yacimientos maduros como Ku y Zaap, así como en uno de los campos estrella del Gobierno mexicano, Quesqui.
Durante la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador, Pemex se apoyó en la producción de condensados de gas para detener el declive de 20 años que arrastraba el país, y aunque lo logró la tendencia a la baja se observa desde 2023.
Sin contabilizar los condensados de gas, Pemex, la petrolera más endeudada del mundo con pasivos por US$97.300 millones, actualmente produce 1,38 millones de barriles diarios, el nivel más bajo desde diciembre de 1978.
La infraestructura en el activo marino Ku, uno de los más importantes de Pemex, enfrentó varias explosiones desde 2021 bajo la gestión del ingeniero agrónomo Octavio Romero Oropeza —actual titular del Infonavit— en los que murieron al menos una decena de trabajadores, además de daños multimillonarios.
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, estableció una meta de producción petrolera para Pemex de 1,8 millones de barriles diarios para su sexenio y designó al físico, investigador y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Víctor Rodríguez Padilla, para dirigir a la empresa con un enfoque en nuevos negocios de energía renovable.
Pero la petrolera mexicana tiene deudas con contratistas y proveedores en el orden de US$20.000 millones por trabajos en yacimientos que incluso ha causado una marcha de empresarios en Ciudad del Carmen, Campeche, uno de las ciudades petroleras más importantes del país.