Ciudad de México — México alista una reforma energética para quitar el carácter de empresa productiva a las estatales Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad, conocidas como Pemex y CFE, tras la apertura del mercado con el expresidente Enrique Peña Nieto en 2013.
Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, dijo que la reforma plantea que las empresas estatales tengan como principal función el servicio público y no el mercado, además de que se vuelvan preponderantes, pues el Gobierno anterior las puso a competir con las compañías privadas al mismo nivel, durante su conferencia de prensa matutina.
“Estas empresas ya se rigen no por las leyes públicas, sino por las leyes mercantiles como cualquier empresas privada. ¿Esto qué es lo que hace? que las ponen a competir”, dijo la mandataria.
Sheinbaum comentó que la Cámara de Diputados discutirá los cambios constitucionales este 9 de octubre, incluida una modificación al Artículo 27 para que la explotación del litio sea exclusiva del Estado mexicano, es decir, que no se otorguen concesiones para extraer este mineral.
Luz Elena González, titular de la Secretaría de Energía, comentó que la esencia de la reforma constitucional al Artículo 25, en caso de ser aprobada por el Congreso, será que el derecho público rija a Pemex y CFE en lugar del derecho mercantil, como ocurrió con la reforma de 2013 al denominarlas “empresas productivas del Estado”.
La iniciativa de reforma fue propuesta por el expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y surge como respuesta a una serie de fracasos administrativos y legislativos para privilegiar a Pemex y CFE frente a las compañías privadas, luego de que el Poder Judicial, encabezado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, desechó sus modificaciones. Posteriormente, el Gobierno de AMLO impulso una polémica reforma para elegir popularmente a jueces, magistrados y ministros.
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La mandataria mexicana señaló que la definición de “empresa pública” se especificará en la legislación secundaria, y precisó que se mantendrán los contratos privados existentes, pero que la iniciativa recupera la característica de soberanía energética y no “solo producir petróleo por producir”.
Sheinbaum expresó que la reforma de Peña Nieto fragmentó a CFE en 10 subsidiarias y empresas filiales que provocaron “enormes ineficiencias”, pero con modificación constitucional, la compañía eléctrica tendrá el 54% del mercado eléctrico y el 46% estará en manos de la iniciativa privada.
La iniciativa de reforma plantea 180 días para realizar los ajustes secundarios y pidió a la secretaria de Energía sentarse con el lobby empresarial más importante del país, el Consejo Coordinador Empresarial, para explicar las modificaciones.
Esta historia se actualizó a lo largo del texto a las 09:20 horas, tiempo de la Ciudad de México