Ciudad de México — Una fuga masiva de gasolina de Petróleos Mexicanos (Pemex), la petrolera estatal de México, provocó la evacuación de 2.000 personas en el estado de Jalisco.
Durante la mañana del 9 de febrero, la fuga de gasolina del ducto Salamanca-Puente Grande obligó a las autoridades a movilizar a la población de los municipios de Zapotlanejo, Tonalá, El Salto y Juanacatlán, precisó el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro en su cuenta de X (antes Twitter).
El funcionario detalló que ya no se vierten chorros de combustible y personal de Pemex sigue trabajando en la supresión de la fuga.
Víctor Hugo Roldán, director general de Protección Civil de Jalisco, explicó a medios que se ha reducido la fuga para mitigar la emisión de vapores, pero aún existe una “alberca” en la que personal de Pemex sigue trabajando con espuma para cerrarla completamente.
Bloomberg Línea consultó a Pemex sobre la fuga y contaminación del lugar, pero no obtuvo respuesta.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) cortó la energía en las colonias fraccionamiento Villas, Andalucía, Puente Grande, El Faro, Puente Viejo y Tololotlán, y cerró las compuertas de la presa El Salto para evitar la contaminación del agua.
En total, son 116 oficiales de Protección Civil Jalisco, bomberos de Tonalá, policía Metropolitana, Policía del Estado, seguridad física de Pemex, Ejército mexicano y estaban trabajando en el incidente.
Jalisco tiene en su historia una de las mayores tragedias asociadas a la fuga de gasolina. En 1992, la ciudad de Guadalajara sufrió una serie de explosiones en el sistema de alcantarillado en las que murieron 212 personas tras un derrame de gasolina en el poliducto Salamanca-Guadalajara, cuyos vapores se acumularon en el colector de aguas residuales que no pudieron disiparse durante días y a pesar de múltiples reportes de los habitantes.
Ocho kilómetros de calles fueron destruidas por la explosión.
Durante enero de 2019, Pemex registró uno de sus peores accidentes en el municipio de Tlahuelilpan, estado de Hidalgo, donde murieron 137 personas tras una explosión en un ducto donde había una fuga clandestina de gasolina, mientras personal del Ejército y la policía solo observaban el transporte del combustible que se fugaba de un ducto.