Ciudad de México — La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, inicia su sexenio con 100 días por delante que serán clave por los retos económicos que se avecinan en el corto plazo para la primera mujer en portar la banda presidencial.
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Tan pronto tome posesión de su oficina en Palacio Nacional, Sheinbaum tendrá enfrente al menos tres retos para evitar que la economía mexicana se deprima.
Disipar la incertidumbre que hay entre los inversionistas ante una serie de reformas constitucionales que son herencia del expresidente Andrés Manuel López Obrador, es una de las primeras tareas que la primera mujer presidenta deberá atender en octubre.
Otro reto que se presenta para noviembre y diciembre será la presentación de un Paquete Económico 2025 que sea creíble para los mercados y calificadoras, sobre todo por la reducción del déficit fiscal que proyecte en medio de promesas de implementar nuevas medidas de austeridad.
Y como tercer desafío, Sheinbaum deberá exhibir los siguientes tres meses un plan de Gobierno que haga tersa la desaceleración económica que ya atraviesa el país y que los analistas más pesimistas no descartan que se convierta en una leve recesión.
Este plan económico iniciará mientras se realiza la elección presidencial en Estados Unidos, por lo que deberá prever escenarios donde resulte victoriosa la candidata demócrata Kamala Harris o el candidato republicano Donald Trump.
Despejar la incertidumbre económica
En la recta final de su administración, López Obrador consiguió que el Congreso declarara constitucional la reforma judicial que pone el foco en la elección por voto popular de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), magistrados y jueces del Poder Judicial.
La reforma judicial, aprobada por una supermayoría de Morena y sus aliados en el Congreso, ocasionó diferencias entre los Poderes de la Unión de México, pero sobre todo se profundizó la fractura entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial.
Pero la reforma también tuvo eco en los mercados financieros, inversionistas, empresarios y Gobierno de Estados Unidos.
La incertidumbre se avispó y AMLO, como se le conoce al expresidente, no tendió lazos de diálogo con los sectores preocupados por la independencia judicial en México con el voto popular como mecanismo de selección de impartidores de justicia.
El sector privado ha realizado 209 anuncios públicos con una expectativa de inversión de US$64.703 millones, que se suman a los US$110.744 millones reportados durante 2023, de acuerdo con los registros de la Secretaría de Economía.
Estados Unidos es el principal país con anuncios de inversión, sin embargo, días antes de concluir su mandato, AMLO pausó la relación con el embajador de ese país, Ken Salazar, luego de que el diplomático advirtió de los riesgos en la relación comercial por la reforma al Poder Judicial.
Sheinbaum prevé reunirse el 15 de octubre con los principales empresarios de México y Estados Unidos para explicarles cómo se implementará la reforma judicial y tratar de despejar la incertidumbre.
Citibanamex dijo en una nota de análisis que el desafío más importante del Gobierno entrante es el de disminuir la elevada incertidumbre económica, esto en el contexto de que Morena ha señalado que retomarán toda la agenda de las iniciativas de reformas constitucionales presentadas por el expresidente Obrador el 5 de febrero.
“Tales reformas debilitan el actual marco institucional de contrapesos, que es considerado muy importante para que fluyan adecuadamente las inversiones productivas y financieras en el país”, apuntó el banco.
Paquete Económico 2025, en busca de la credibilidad
Desde que Sheinbaum comenzó la transición de Gobierno se puso a trabajar en el Paquete Económico 2025, y no es para menos, tiene el reto de reducir el déficit fiscal como parte de una necesaria consolidación de las finanzas públicas.
La primera mujer presidenta tiene quizá un doble reto con el Paquete Económico 2025.
Por una parte, tiene el reto de garantizar la estabilidad macroeconómica, ingresos suficientes para costear el gasto de los programas sociales y obras de infraestructura, y deuda pública estable y, por otra, tiene el reto de ser creíble ante las calificadoras e inversionistas.
Y la credibilidad vendrá, principalmente, de conseguir que el déficit fiscal se reduzca a la mitad del que se espera para 2024.
López Obrador se olvidó de la austeridad en su último año de Gobierno y para 2024 decidió elevar el déficit fiscal a su nivel más alto en al menos 24 años.
Los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), la medida más amplia del déficit fiscal, ascenderán a 5,9% del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre de 2024, lo que equivale a MXN$1.9 billones. Para 2025, se proyectó una reducción del déficit fiscal a 3% del PIB (MXN$1 billón).
Sheinbaum ha declarado que bajará el déficit fiscal a 3,5% del PIB en 2025, sin embargo, S&P Global, Moody’s y Fitch Ratings tienen dudas sobre si el nuevo Gobierno será capaz de lograr la consolidación fiscal, sobre todo porque no se prevé llevar a cabo una reforma tributaria que ayude a impulsar los ingresos.
El próximo Gobierno tendrá que aplicar en 2025 el ajuste fiscal más alto para un año postelectoral desde la década de los noventa, lo que podría ocasionar una recesión en el primer año del sexenio, advirtió el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
“Una reducción de casi tres puntos porcentuales del PIB implica un ajuste aún mayor al observado en la crisis de 1995, por lo que podría incluso ocasionar una desaceleración o recesión en la economía”, advirtió el CIEP.
Plan económico: ¿crisis de inicio de sexenio?
Sheinbaum comenzó a trazar la ruta que seguirá su Gobierno en medio de pronósticos de crecimiento a la baja, pérdida de dinamismo económico y un alud de incertidumbre generado por la volatilidad financiera esperada noviembre por la elección presidencial en Estados Unidos.
AMLO prometió en campaña que en 2024 la economía mexicana crecería al 6%. Después, como presidente, reafirmó su apuesta y lo plasmó en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024. Pero la promesa no llegó y la economía atraviesa el sendero de la desaceleración.
De acuerdo con analistas, la tasa de crecimiento promedio del sexenio de AMLO no llegará ni a 1%.
Banxico recortó su estimado de crecimiento para 2025, ahora espera un aumento de la actividad económica de 1,2% puntual desde un pronóstico previo de 1,5% puntual.
Sheinbaum ha sido cuidadosa en ofrecer pronósticos de crecimiento, pero en lo que sí ha sido vocal es en mencionar que iniciará un programa de construcción de vivienda para mantener la generación de empleos y evitar la contracción económica en su primer año del sexenio.
También apuesta a la continuidad de los polos de desarrollo del Corredor Interoceánico en el sureste del país como atractivos para la inversión privada generadora de empleos, como parte a su vez de la relocalización de empresas.
El Think Tank México, ¿Cómo vamos?, dijo en una nota de análisis que Sheinbaum debe encontrar un equilibrio entre mantener una economía dinámica y elevar el bienestar de la población, por lo que deberá atraer inversión y generar empleos de calidad, todo ello en un contexto global y nacional incierto.
En su plan económico deberá integrar factores como la desaceleración económica de Estados Unidos -el principal socio comercial de México-, la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026 y las oportunidades que ofrece la relocalización de empresas en el territorio mexicano.
México requiere un Plan Nacional de Desarrollo que le permita tener tasas más altas de crecimiento económico. Al comparar el crecimiento acumulado en periodos similares de los últimos seis sexenios, la administración de López Obrador presenta el segundo crecimiento más bajo, solo superado por el de Miguel de la Madrid.
La Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, que realiza Banxico, mostró en su más reciente edición de agosto que los analistas recortaron su pronóstico de crecimiento a 1,5% desde uno de 1,6% del mes anterior.
