Bloomberg — El próximo presidente de México heredará un país en una posición única para beneficiarse de los cambios sísmicos en el comercio internacional. También es un país al que no le faltan problemas, desde la delincuencia persistente hasta los problemas de infraestructura.
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El domingo 2 de junio, los votantes acudirán a las urnas para determinar el sucesor del presidente Andrés Manuel López Obrador, también conocido como AMLO. Cualquiera que gane (la candidata del partido gobernante, Claudia Sheinbaum, o la candidata de la oposición, Xóchitl Gálvez), buscará continuar el ascenso del país en el escenario mundial.
A continuación presentamos una breve descripción de los principales desafíos que heredará el próximo presidente de México.
1. Crecimiento mediocre
En los últimos años, el crecimiento de México ha promediado poco más del 2% anual, muy por debajo del de otras economías en desarrollo. La economía había estado superando las expectativas de los analistas después de la reapertura de la pandemia, hasta que comenzó a decepcionar a fines del año pasado, en parte debido a una desaceleración de la construcción y las exportaciones a Estados Unidos.
Los analistas de Monex esperan una ligera desaceleración de la actividad económica en 2024, un desafío para el nuevo presidente dada la inflación persistente, las altas tasas de interés y el mayor déficit presupuestario desde la década de los ochenta.
A nivel interno, la vida cotidiana de muchos mexicanos ha ido mejorando. El número de personas que viven en la pobreza disminuyó bajo AMLO; el salario mínimo diario se duplicó con creces en términos reales a MXN$248,9 pesos, o alrededor de US$14,7; y el gobierno reservó unos US$43.000 millones para programas sociales este año, más de la mitad para las personas mayores.
2. El ‘superpeso’
El peso mexicano se ha fortalecido bajo AMLO, a diferencia de sus ocho predecesores. En los últimos 12 meses, el peso se encuentra entre las monedas de los mercados emergentes con mejor desempeño en el mundo.
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Si bien el presidente ha citado la fortaleza de la moneda como una medida del éxito de su administración, también se ha convertido en un problema para los exportadores, que son cada vez menos competitivos a medida que los costos de producción local aumentan en términos de dólares. Los mexicanos que recibieron remesas de familiares en el extranjero (un flujo de unos US$67.000 millones al año, gran parte del cual se utiliza para pagar las necesidades diarias) también han experimentado que su dinero no se convierte en tantos pesos.
3. Fricciones comerciales
En 2023, por primera vez en más de dos décadas, México reemplazó a China como el mayor socio comercial de Estados Unidos, enviando más de US$475.000 millones de dólares en bienes a través de la frontera. Esa cifra récord es un subproducto del Tratado Estados Unidos-México-Canadá, o T-MEC, el acuerdo comercial de 2020 que reemplazó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o TLCAN. El pacto se someterá a una revisión en 2026. No es una renegociación completa del acuerdo, pero podría permitir a los socios comerciales plantear problemas con el acuerdo e impulsar cambios en el pacto para abordar los problemas.
4. Incertidumbre en la localización cercana
El nearshoring, o reubicar las operaciones más cerca de los clientes en EE. UU., podría ayudar a que el PIB del país gane tres puntos porcentuales adicionales en los próximos cinco años, según un análisis de julio de 2023 realizado por Deloitte Insights. El Banco Interamericano de Desarrollo estimó en 2022 que la deslocalización podría impulsar las exportaciones de México en US$35.300 millones al año. Alrededor del 10% de las empresas encuestadas por el Banco de México entre julio de 2022 y junio de 2023 dijeron que la producción, las ventas o la inversión aumentaron como resultado del nearshoring. Si bien el auge del nearshoring todavía está en sus primeras etapas, es posible que nunca alcance plenamente su potencial si el próximo presidente no logra abordar los obstáculos de infraestructura y políticas, como garantizar que las empresas tengan acceso al agua o la energía, lo que, según algunos analistas, requerirá una mayor apertura a sector privado que el que ha mostrado AMLO.
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Asesores cercanos a las dos principales candidatas presidenciales han dicho públicamente que el país debería diversificar sus vínculos comerciales globales y asegurarse de capitalizar los esfuerzos de las empresas que buscan reubicar las cadenas de suministro en América del Norte, incluso desde China. Fitch Ratings dijo en una nota de mayo que no prevé reformas fiscales significativas al comienzo del mandato de la nueva administración, “que serán favorables para las empresas”.
5. El problema de Pemex
La petrolera estatal Petróleos Mexicanos ha terminado siendo un lastre para las finanzas públicas. El sucesor de AMLO tendrá que descubrir cómo sacarlo de su profunda deuda y hacerlo rentable, sin dañar las finanzas ni la calificación soberana del país. Sheinbaum ha esbozado un plan para revitalizar la compañía con un nuevo enfoque en energía limpia y ha dicho que la compañía debería buscar refinanciar su deuda antes de que venzan grandes vencimientos en 2025. Gálvez ha pedido a Pemex que trabaje con socios privados en exploración petrolera. y aboga por una mayor inversión privada en petróleo y gas y generación de electricidad.
6. Violencia continua
La nueva administración debe enfrentar una epidemia de crímenes violentos alimentada por los cárteles. AMLO presidió el mandato más sangriento de la historia reciente del país, con más de 170.000 homicidios desde 2018 hasta marzo; incluso las elecciones de este año se han visto afectadas, con el asesinato de al menos 34 candidatos políticos. En un informe de mayo, el Banco de la Reserva Federal de Dallas dijo que los homicidios están correlacionados con otras actividades como la corrupción, la extorsión y fallas en la aplicación de la ley que “dañan el crecimiento comercial y el espíritu empresarial”. También existen importantes preocupaciones de seguridad adicionales. En una encuesta de Banxico de diciembre, el 25% de las empresas encuestadas mencionaron una “gobernanza” que podría ser un obstáculo para la actividad económica en los próximos seis meses. AMLO ha aumentado el papel de los militares en los esfuerzos empresariales, lo que Sheinbaum ha dicho que planea reevaluar.
7. Necesidades de infraestructura
Sheinbaum y Gálvez han reconocido que la inversión en infraestructura energética es imprescindible para que el país avance. México necesita construir más líneas de transmisión para llevar electricidad a todos los negocios que están surgiendo. Sheinbaum también ha dicho que el sello distintivo de su presidencia serán los esfuerzos de conectividad que incluyen “puertos, carreteras, el aumento del ferrocarril de carga, de pasajeros, la conectividad a Internet”, que podrían allanar el camino para una mayor inversión y la reubicación de empresas en México. Sheinbaum también ha prometido que, de ser elegida, podría haber 100 parques industriales más en todo el país.
8. Medio ambiente
Este año, México ha sido azotado por temperaturas récord que han matado a los monos aulladores y han afectado la red eléctrica del país. El país también ha tenido que hacer frente a sequías, que, sumadas a una infraestructura deficiente, han provocado escasez de agua en muchas regiones, aumentando las presiones inflacionarias sobre los productos agrícolas. En el peor de los casos, llamado “Día Cero”, podría ver a 22 millones de residentes de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México quedarse sin agua a finales de julio. Tanto Sheinbaum, una ex científica climática, como Gálvez se han comprometido a abordar las amenazas del cambio climático.
9. Preocupaciones sobre China
El nuevo Gobierno enfrentará las crecientes preocupaciones de Estados Unidos sobre importaciones Chinas a través de México que pueden alterar la competitividad de las industrias estadounidenses. La administración de AMLO recientemente impuso aranceles temporales a más de 500 tipos de productos, incluidos acero y plásticos, lo que fue visto como una respuesta al acercamiento de Estados Unidos.
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En general, la relación entre Estados Unidos y China y los cambios logísticos han impulsado a México. Muchas empresas comenzaron a buscar invertir en el país a raíz de la pandemia, a medida que las cadenas de suministro cambiaron para evitar retrasos en los envíos y escasez de suministro. La participación de México en las importaciones estadounidenses de bienes, excluidos el petróleo y el gas, aumentó al 14,8% en los 12 meses hasta marzo, alcanzando su nivel prepandémico, según una nota de Bloomberg Intelligence de mayo. El mayor sector exportador de México es el de los automóviles, que se ha beneficiado de la inversión estadounidense en vehículos eléctricos.
Las empresas chinas también están invirtiendo cada vez más en México. JAC Motors, MG Motor y Chirey han indicado que están interesados en producir vehículos en México, mientras que el principal fabricante de vehículos eléctricos, BYD, ha dicho que finalizará la ubicación de una planta para fines de 2024. No solo eso, las ventas de automóviles chinos en México están surgiendo.
10. La presidencia de Estados Unidos
La reñida carrera entre Joe Biden y Donald Trump cobra gran importancia para el próximo Gobierno de México. Ambos candidatos estadounidenses han insinuado que serán duros con la actitud de México hacia China. Trump ha dicho que impondrá un arancel del 200% a los automóviles fabricados en China en México. Y la administración Biden está atenta a cualquier intento de las empresas chinas de eludir los aranceles exportando automóviles de México a Estados Unidos. Además, el nuevo líder de México tendrá que lidiar con una posición más dura de Estados Unidos en materia de inmigración, ya sea con Biden mostrando fuerza para ganarse a los votantes o con políticas de línea dura de Trump. En cualquier escenario, más migrantes podrían quedar varados en la frontera norte de México. En materia de comercio y migración, quienquiera que termine dirigiendo el país necesitará la cooperación de la Casa Blanca.
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Esta historia fue actualizada el 1 de junio a las 18:23 con ajuste a la redacción en el numeral nueve.