Ley del Mercado de Valores abre la llave a PYMES pero creará resaca: Franklin Templeton

La “fiesta” de emisoras que detonará la nueva Ley al Mercado de Valores tendrá una resaca que alguien tendrá que pagar, advierten los estrategas

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Ciudad de México — Las modificaciones a la Reforma a la Ley del Mercado de Valores creará opciones para las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) que vieron limitadas sus fuentes de financiamiento tras la crisis que las financieras no bancarias como Crédito Real y Unifin; además, agregará dinamismo al mercado accionario mexicano. de acuerdo con Franklin Templeton.

“Con la caída de las instituciones financieras no bancarias como Unifin y Crédito Real, a las PYMES les cerraste la llave del crédito. Con esta nueva Ley vas a tener muchas empresas que van a tener acceso a financiamiento y a la bolsa”, dijo en conferencia de expectativas económicas para la segunda mitad del año el codirector de Inversiones en Franklin Templeton, Luis Gonzali.

Luis Gonzali mencionó tener conocimiento de algunas empresas que se encuentran listas para salir al mercado, una vez que la Ley se encuentre publicada en el Diario Oficial de la Federación.

“Vamos a ver un dinamismo en la Bolsa Mexicana de Valores; podría ser contracíclico con lo que pase en EE.UU.”.

El sector financiero no bancario mexicano se vio impactado negativamente a inicios del 2022. El incumplimiento de pago de un bono suizo por parte de Crédito Real, que ascendía a $170 millones de francos suizos, activó cláusulas de aceleración cruzada en otros bonos extranjeros de la entidad, que actualmente pasa por un proceso de liquidación.

Meses más tarde, Unifin Financiera anunció que no contaba con fuentes de financiamiento ante la crisis que el sector estaba pasado, detonado por Crédito Real, y con ello desencadenara una serie de incumplimientos que llevarían a presentar un plan de reestructura y, en última instancia, solicitar un Concurso Mercantil.

Unifin Financiera declaró, hasta el segundo trimestre del 2022 un total de 11.852 clientes en sus líneas de negocio como arrendamiento, factoraje, financiamiento estructurado y capital de trabajo, de acuerdo con datos de la Bolsa Mexicana de Valores.

La Reforma a la Ley del Mercado de Valores y de Fondos de Inversión es una respuesta ante las pocas ofertas públicas iniciales que aquejan al sector bursátil en México. Busca agregar un mayor número de emisoras ya sea al mercado de capitales o al de deuda con un menor costo, menos tiempo de proceso y sin tantos trámites.

Sin embargo, existe un elemento de riesgo. Con las modificaciones solicitadas, las empresas no serán reguladas por las autoridades locales, como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores; será un proceso que será acompañado por las casas de bolsa quienes se asegurarán de cuenten con lo necesario para salir al mercado.

Pasada la fiesta vendrá la resaca

El desarrollo de la Reforma a la Ley del Mercado de Valores será en dos etapas, de acuerdo con el directivo. Por un lado, en el corto plazo se tendrá un mayor dinamismo en el mercado bursátil, un mayor apetito por invertir en un sector que ‘lleva 10 años relentizandose’ para después de la fiesta habrá que empezar a pagar la cuenta. Lo anterior ante la entrada de una nueva ley más laxa tanto en el mercado de deuda como de capitales.

Gonzali advierte que se tendrán que pagar algunos platos rotos. “Esta nueva Ley viene con una baja en la regulación. Probablemente se tengan ciertos problemas porque habrá muchas empresas que bajo una regulación un poco más estricta no debieron haber llegado a bolsa”.

Entre lo que se podrá observar en el mediano plazo, de acuerdo con el estratega, serán empresas que no cuenten con fundamentales lo suficientemente sólidos y sobreendeudamiento. “Lo que pasa en cada boom, muchas empresas entrando y cuando el sistema financiero se pone más restrictivo (...) quién está nadando sin ropa interior”.

Agregó que cada vez que se registran excesos, tiende a haber un retoceso en bolsas e índices. “Cada que la regulación se vuelve más laxa, años después terminas pagando platos rotos ¿quién los va a pagar? no se sabe, ¿cómo va a suceder? no lo sé, pero va a suceder”.