Bloomberg — El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como una “calumnia” la investigación de ProPublica que dice que los agentes antidrogas de EE.UU. tienen evidencia de que su primera campaña presidencial fue parcialmente financiada con recursos de los cárteles de la droga.
El mandatario dijo que el artículo no presenta “ninguna prueba” y que los medios estadounidenses han estado demasiado influenciados por fuentes del gobierno, incluyendo la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés). AMLO, como se conoce al presidente, se jactó de haber restringido las operaciones de la DEA en el país desde que asumió el cargo.
“Entraban al país y hacían lo que querían, lo que les daba la gana. Entonces eso ya no sucede y eso los tiene molestos”, dijo al ser cuestionado sobre el reporte durante su conferencia matutina. “Veamos las pruebas. ¿Dónde están las pruebas? Son unos viles calumniadores”.
Alrededor de US$2 millones provenientes de un cártel de las drogas probablemente fueron canalizados a la campaña de 2006 de López Obrador, dijo el medio de investigación en el artículo publicado el martes por la noche, citando más de una docena de entrevistas con funcionarios de México y EE.UU., así como documentos del Gobierno a los que tuvo acceso. La investigación estadounidense no estableció si AMLO estaba al tanto de las donaciones, de acuerdo con el reporte.
El medio alemán DW News y el think-tank InSight Crime publicaron investigaciones similares el martes.
El Departamento de Justicia de EE.UU. declinó hacer comentarios sobre los detalles de la investigación cuando fue contactado por ProPublica. Un portavoz del departamento dijo al medio que respeta la soberanía de México y está comprometido en trabajar de cerca con sus socios mexicanos para combatir a los cárteles de la droga.
La investigación de ProPublica llega mientras la campaña presidencial se intensifica antes de las elecciones del 2 de junio. López Obrador, quien fue electo en 2018 después de dos intentos fallidos en 2006 y 2012, se mantiene ampliamente popular en la recta final de su mandato, con buenas posibilidades de que la precandidata de su partido, la exjefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, sea electa como su sucesora.
La violencia relacionada con el narcotráfico ha incrementado bajo la gestión de AMLO y se mantiene como uno de sus puntos débiles, con más de 60% de los mexicanos que desaprueba sus políticas en materia de seguridad, de acuerdo con una encuesta reciente publicada en el periódico El Financiero. En total, el presidente tiene la aprobación del 55% de la población, según la misma encuesta.
AMLO, cuya popularidad se basa en parte en los programas sociales que fueron creados o ampliados durante su administración, ha dicho que su meta es reducir la desigualdad que considera la fuente de la criminalidad. El mandatario ha adoptado la frase “abrazos, no balazos” para describir su enfoque al lidiar con los cárteles de la droga.
“AMLO es hábil en sortear estos eventos”, escribieron los analistas de Bradesco BBI Rodolfo Ramos y Juan Ponce en un reporte, en referencia a la investigación de ProPublica, la cual consideraron es “poco probable que descarrile su popularidad previo a las elecciones”.
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