Bloomberg — Los inversionistas en la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) celebran un proyecto de reforma energética que otorgará al gobierno más control sobre el sector y hará que los bonos de la empresa petrolera con problemas financieros sean más parecidos a la deuda soberana.
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El cambio constitucional, aprobado durante la noche por el Senado de México, establece que Pemex y la eléctrica Comisión Federal de Electricidad (CFE) volverán a ser “empresas públicas”. El cambio fortalecerá el control estatal sobre las compañías. Los inversionistas apuestan a que con la medida el gobierno seguirá ayudando Pemex a reducir su deuda de casi US$100.000 millones.
“La deuda de Pemex ahora debería cotizar más cerca del soberano con la aprobación de la ley de reforma energética”, señaló Edwin Gutiérrez, responsable de deuda soberana de mercados emergentes de Abrdn Plc. en Londres. “Los bonos tienen margen para seguir subiendo porque los diferenciales se habían disparado mucho”.
En el último mes, a medida que la propuesta ganaba impulso, los diferenciales de los bonos de Pemex se estrecharon alrededor de 100 puntos básicos frente a la deuda soberana, hasta situarse en torno a los 370 puntos básicos, cerca de un mínimo de tres años.
La reforma constitucional ahora debe obtener la aprobación de congresos estatales, donde el oficialismo cuenta con grandes mayorías, antes de que sea promulgado por la presidenta.
Los inversionistas dicen que los bonos de Pemex pueden seguir subiendo mientras la presidenta Claudia Sheinbaum elabora un plan para rescatar a la petrolera o continúa apoyando a la empresa con fondos estatales. El predecesor de Sheinbaum, el presidente Andrés Manuel López Obrador, inyectó US$80.000 millones en capital y exenciones fiscales a Pemex en el transcurso de su mandato, lo que hizo poco para revertir el declive de la compañía.
Fitch Ratings dijo este mes que está evaluando la calificación crediticia de la petrolera tras la aprobación del proyecto de ley, lo que podría elevar la nota en hasta cuatro niveles en territorio de grado de inversión. Actualmente, la agencia califica los bonos de Pemex en “B+”, en territorio “basura”, mientras que S&P Global asigna a Pemex una nota de “BBB”.
“El hecho de que el partido gobernante tenga supermayoría en ambas cámaras del Congreso significa que sería relativamente fácil garantizar la deuda de Pemex, y si lo hicieran, la empresa pasaría a tener grado de inversión”, dijo Aaron Gifford, analista de mercados emergentes soberanos de T. Rowe Price en Baltimore.
“El hecho de que haya incluso un camino para llegar allí significa que los diferenciales de Pemex sobre el soberano deberían ser mucho más ajustados”.
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