Ciudad de México — La presidenta Claudia Sheinbaum prepara reformas a las leyes de adquisiciones y de obras públicas con las que busca agilizar y registrar ahorros en las compras que realiza el gobierno, en medio de los esfuerzos para reducir el déficit fiscal.
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Las modificaciones consideran nuevos mecanismos de contratación como subastas y ofertas subsecuentes de descuento, informó durante la conferencia matutina Raquel Buenrostro, titular de la Secretaría de la Función Pública, una entidad que será renombrada como Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno.
“Estos mecanismos son más eficientes y más competitivos”, dijo Buenrostro, quien señaló ya haber realizado ejercicios de subastas inversas que se tradujeron en reducción de precios de hasta 70%.
La reforma a las leyes, que forma parte de las acciones de los primeros 100 días de gobierno, también busca desarrollar proveeduría específica, evitando la intermediación y elevación de costos para el Gobierno.
Buenrostro, quien hasta unas semanas fue secretaria de Economía, ejemplificó este mecanismo con el acceso directo que los fabricantes de equipos médicos tendrán al Gobierno. Anteriormente estas contrataciones eran realizadas por los intermediarios en la prestación de servicios de salud, dijo la funcionara pública.
“Ahí tenemos que cambiar las formas de hacer las compras, cambiar las estrategias y eso implica desarrollar proveeduría nueva”, agregó Buenrostro, quien durante una parte del sexenio anterior encabezó el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Los esfuerzos por ahorros en la compras públicas coinciden con el objetivo de Sheinbaum de reducir el déficit fiscal en 3,5%, luego de que su predecesor Andrés Manuel López Obrador (AMLO) decidió elevarlo en 2024 a su nivel más alto en al menos 24 años.
Los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), la medida más amplia del déficit fiscal, ascenderán a 5,9% del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre de 2024, lo que equivale a MXN$1.9 billones.
Calificadoras como S&P Global, Moody’s y Fitch Ratings tienen dudas sobre si el nuevo Gobierno será capaz de lograr la consolidación fiscal, sobre todo porque no se prevé llevar a cabo una reforma tributaria que ayude a impulsar los ingresos.
Sheinbaum ha señalado que habrá una “reducción importante” del déficit fiscal, sin incrementar la tasa de impuestos y sin sacrificar obra pública y programas sociales.
Con información de Zenyazen Flores