Ciudad de México — Fitch Ratings negó que la rebaja en la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) afecte la nota soberana de México que se ubica en BBB- con perspectiva estable.
El 14 de julio, Fitch Ratings bajó la calificación crediticia a Pemex a “B+” desde “BB-”, un nivel considerado de alto riesgo dentro de la categoría utilizada en la industria de ‘bono basura’.
Carlos Morales, director en el Grupo de Soberanos de Fitch Ratings, dijo que la situación financiera de Pemex es una debilidad para la calificación crediticia de México, sin embargo, en la última revisión de la nota soberana, el 16 de junio de 2023, ya se incorporó el deterioro financiero de la petrolera.
Indicó que la perspectiva estable de la calificación crediticia de México significa que en los próximos 12 a 24 meses la agencia no ve una probabilidad alta de mover la calificación al alza o a la baja, ya que no se observa una presión significativa sobre la nota soberana.
“La rebaja de calificación de Pemex no necesariamente afectará la calificación de Mexico”, afirmó durante un panel sobre los fundamentos macroeconómicos de México en el contexto del foro Fitch on Mexico.
Explicó que la rebaja de calificación de Pemex indica los altos costos de financiamiento de la empresa, el alto endeudamiento en el corto plazo y la capacidad financiera de liquidez de la empresa, los cuales son elementos que ya han sido incluidos en la calificación soberana.
Dijo que la situación de Pemex fue incluida en la calificación crediticia de México desde el 2019, cuando se anticipó el deterioro de liquidez de Pemex y la influencia del Gobierno federal.
“En este momento esos riesgos ya están contenidos en nuestra calificación soberana”, apuntó Morales.
Fitch dijo que la debilidad financiera de Pemex se ve reflejada en la liquidez que ha aportado el Gobierno federal a Pemex, misma que ha acumulado apoyos equivalentes a 4 puntos porcentuales del PIB desde 2019.
Algo positivo que resaltamos -añadió- es que la deuda de Pemex en términos nominales se ha estabilizado.
Señaló que hubo un aumento significativo desde 2010 a 2018 en la deuda nominal de Pemex, pero en años recientes se ha visto una estabilidad y una tendencia a la baja en la deuda de la empresa petrolera que se mantiene en alrededor de US$107.000 millones.
El directivo de Fitch dijo en declaraciones posteriores a su participación en el panel que hacia delante la perspectiva es que el Gobierno inyecte liquidez a Pemex, es decir, se espera que el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no cambie su política en cuanto a la empresa petrolera.
“Seguirán apoyando financieramente, por ejemplo, con la reducción del DUC (Derecho de Utilidad Compartida) en lo que resta de la administración”, apuntó Morales.
Carlos Morales evitó responder a los comentarios del presidente López Obrador, quien minimizó la acción de la agencia calificadora.