Bloomberg — La decisión del mayor fideicomiso de inversión en bienes raíces de México de eliminar a los asesores externos está a punto de obligar al sector a acabar con una queja de larga data entre inversionistas, según Barclays.
Fibra Uno Administración SA, o Funo, propuso comprar su empresa de gestión externa. Eso alinearía los estándares de gobernanza de la empresa con las normas globales para fondos de inversión inmobiliaria.
Luego de anunciar los planes, TF Administradora Industrial S de RL de CV, o Terrafina, dijo durante su conferencia telefónica del tercer trimestre que su junta estaba evaluando hacer el mismo movimiento.
“El hecho de que Funo, y quizás Terrafina, estén avanzando en esa dirección nos sugiere un punto de inflexión en cómo se organizan los REIT mexicanos”, escribió en una nota publicada el jueves 16 de noviembre Pablo Monsiváis, analista de Barclays. “Creemos que la industria se encuentra en un punto sin retorno”.
Actualmente, Funo, Terrafina y otros REIT mexicanos como Fibra Macquarie México recurren a un tercero al que se le pagan honorarios por servicios de asesoría y gestión. Parte de esas tarifas se basan en el valor de las propiedades en el fondo, no en el desempeño de las acciones, lo que significa que los administradores tienen un incentivo para agregar propiedades, incluso si eso perjudica el precio de las acciones.
“Esta estructura generó preocupaciones sobre el gobierno corporativo que desalentaron inversionistas a observar más de cerca la industria”, escribió Monsiváis, señalando que el problema era la razón principal por la que los REIT mexicanos cotizaban con un descuento respecto de su valor de tasación.
Las acciones de Funo cotizan más de 16% al alza desde que anunció sus planes a principios de septiembre. El fideicomiso también se prepara para listar en México una escisión de sus propiedades industriales que está llamada a ser la mayor oferta pública inicial de México desde principios de 2018.
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