Exclusiva: Proyecto energético de Xóchitl Gálvez va por redes eléctricas y que Pemex venda electricidad limpia

Bloomberg Línea conversó con la asesora de la candidata presidencial en materia energética sobre el sector, Pemex y su salud financiera

Por

Ciudad de México — El proyecto energético de la candidata presidencial opositora, Xóchitl Gálvez, busca el crecimiento de las redes eléctricas para impulsar el desarrollo económico de México, retomar la inversión privada en generación eléctrica, así como resolver los problemas de Pemex para que pueda convertirse en una empresa energética del siglo XXI, consideró su asesora en energía, Rosanety Barrios, en entrevista con Bloomberg Línea.

Barrios, quien aplicó de cerca la reforma energética del expresidente Enrique Peña Nieto, mencionó que el proyecto de Gálvez -equiparable a la refinería de Dos Bocas en magnitud- sería el crecimiento de las redes eléctricas de alto, medio y bajo voltaje, conocidas como líneas de transmisión y distribución, respectivamente.

“Me choca el ejemplito, pero ¿cuál sería el ‘Dos Bocas’ de Xóchitl? transmisión y distribución. Queremos la transición energética. Sin transmisión, no hay transición”, declaró la exfuncionaria de la Secretaría de Energía, durante una conversación en Ciudad de México.

Barrios comentó que el objetivo fundamental de Gálvez es crear condiciones para que los mexicanos con menos recursos puedan salir de la pobreza -46,8 millones, según la cifra más reciente de Coneval-, con un Gobierno que garantice seguridad, salud, educación y empleos bien pagados en una economía creciente, mediante energía limpia con un costo competitivo.

“¿Cuál es el rol de la energía ahí? Que sea suficiente, limpia y barata”.

Rosanety Barrios, asesora en materia de Energía de Xóchitl Gálvez

La importancia de la energía limpia, además de que las personas puedan pagarla y tengan el abasto suficiente, responde a la necesidad de frenar el calentamiento global que provoca la actividad humana. En 2023, la temperatura promedio de la superficie de la Tierra fue la más cálida que se haya registrado, alrededor de 1,2 grados Celsius por encima del promedio del periodo de referencia de 1951 a 1980, según un análisis de la NASA.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa estatal dueña de las redes eléctricas del país, lideraría la apuesta por transmisión, mientras el sector privado solo participaría en la generación de energía.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha intentado privilegiar a CFE por encima de las empresas privadas a través de cambios administrativos y legales que han llegado hasta el máximo tribunal, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual desechó las modificaciones legales para proteger la libre competencia en el sector eléctrico del país.

Los primeros meses del Gobierno de López Obrador se caracterizaron por paralizar la reforma energética de 2013 del expresidente Enrique Peña Nieto, en particular cancelando la licitación de dos líneas de transmisión en el norte y sur del país por considerarlos proyectos costosos que se desviaban de los objetivos de CFE para retomar el control de la industria eléctrica.

De 2019 a 2023, las pérdidas eléctricas de CFE y los subsidios del Gobierno a las tarifas de luz costaron al país MXN$440.000 millones, cifra que equivale a la mitad del presupuesto en salud del año pasado, según la asesora.

Retomar las subastas eléctricas y petroleras

Barrios consideró necesario retomar el proyecto de transmisión eléctrica en el Istmo de Tehuantepec, cancelado por el Gobierno de AMLO, porque allí es donde está atrapada la energía renovable con tecnología eólica. Sobre la línea de transmisión de Hermosillo-Mexicali, dijo que en principio también podría retomarse, pero falta saber cuál fue el avance de CFE en el proyecto de transmisión eléctrica asociado a la central fotovoltaica de Puerto Peñasco en el estado fronterizo de Sonora.

La Asociación Mexicana de Empresas Eólicas (AMDEE) estimó que el precio de construcción de una línea de transmisión eléctrica oscila entre los US$ 247.500 y US$420.000 dólares por kilómetro, dependiendo del voltaje.

Sobre el nearshoring, la asesora expresó que las empresas privadas necesitan gas y electricidad para instalarse en el Istmo de Tehuantepec para que no vuelva a ocurrir lo que en 1994, cuando el país quedó partido en dos con una región que sí se subió a la ola del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

“Xóchitl lo ha dicho con todas sus letras: ‘No queremos ser un país de manufacturas’. ¿Se puede ser un país donde se desarrolla tecnología? No tengo la menor duda. Valor agregado. ¿Cómo? En principio, con una política regional”, comentó.

También dijo que la propuesta de Gálvez incluye retomar las subastas eléctricas y petroleras con la iniciativa privada derivadas de la reforma de 2013, pero incluyendo cambios regulatorios, además de agregar el almacenamiento en todo el sector energético, y no pensar en hacerlo como los actuales directivos de CFE en materia de gas natural que analizan guardarlo en Texas.

Pemex, el verdadero problema

La asesora energética consideró que “el verdadero problema” del Gobierno en materia de energía es Pemex, la petrolera más endeudada del mundo con pasivos financieros por US$106.100 millones.

El negocio de Pemex está en la exportación de petróleo, además de la venta interna de gasolina y diésel. El Gobierno de México intenta que la compañía deje de vender crudo en el extranjero e importar gasolina y diésel.

Según Barrios, para comenzar a resolver los problemas de Pemex, lo primero que tiene que ocurrir es que la próxima persona que tome decisiones sobre la empresa conozca hasta el último detalle sobre su operación, situación que hoy “prácticamente es imposible saber”.

La sangría está en las refinerías. Allí está la hemorragia que hay que parar. ¿Cómo se para esa hemorragia? Primero entendiendo en realidad, cómo están las refinerías. ¿Es un tema de falta de mantenimiento?”.

Xóchitl Gálvez, previo a ser candidata oficial, mencionó en 2023 a Bloomberg News que las energías limpias, como el hidrógeno verde, son fundamentales para el desarrollo de México y que le gustaría que Pemex se llamara Emex (Energías Mexicanas).

La reforma energética de 2013 del expresidente Enrique Peña Nieto permitió que CFE consiga su propio gas en lugar de comprarlo a la petrolera estatal, mientras que Pemex puede participar en la venta de energía limpia a través de la cogeneración eficiente —producción de electricidad y calor de forma simultánea en una sola planta—, pero no se implementó en la actual administración, según Barrios, a pesar de que solo se necesitaban las plantas coquizadoras en las refinerías de Tula y Salina Cruz, actualmente en construcción, pero con múltiples retrasos.

“¿Pemex puede ser una empresa de energía limpia? Sí, sí puede”.

Rosanety Barrios, asesora de Xóchitl Gálvez en materia de energía

Al preguntarle por el cierre de refinerías, la asesora de Gálvez respondió que se pueden transformar en terminales de almacenamiento u ocupar el terreno para otros procesos como electrolisis para generar hidrógeno verde, combustible que se está utilizando para generar electricidad y abastecer vehículos.

“Hay que abrirse a la inversión privada porque pensar que todo esto va a salir del dinero público, de nuestros impuestos, nada más hay que ver cómo van a quedar las finanzas públicas”.

¿Quién es Rosanety Barrios?

Rosanety Barrios se considera una asesora “financiera”. Cuenta con una maestría en finanzas por la UNAM y en regulación por la Universitat de Barcelona. Su carrera profesional comenzó como analista y directiva de análisis fundamental en casas de bolsa mexicanas durante la década de los noventa.

Fue directora general de generación, conducción y transformación de energía eléctrica entre 2013 y 2014, y posteriormente jefa de la Unidad de Políticas de Transformación Industrial en la Secretaría de Energía, donde se encargó de desarrollar la política pública sobre mercados de gas natural, combustibles y gas licuado de petróleo hasta 2018.