Ciudad de México — El apoyo del Gobierno de México a Petróleos Mexicanos, empresa estatal conocida como Pemex (BBB), es insostenible en el mediano y largo plazo, dijo Omar de la Torre, director y analista de la agencia calificadora de riesgo crediticio S&P Global Ratings, en entrevista con Bloomberg Línea.
“Todas estas soluciones son de corto plazo, pero estructuralmente se tiene que hacer algo, porque eso es insostenible, no podríamos vivir así toda la vida en el mediano y el largo plazo”
Omar de la Torre, director y analista líder de S&P Global
La evaluación crediticia de S&P Global sobre Pemex cae a un grado CCC+ si no se considera el apoyo del Gobierno, detalló el directivo. Esta calificación se ubica en un nivel especulativo, conocido en el mundo financiero como ‘bono basura’, vulnerable y dependiente de condiciones comerciales, financieras y económicas favorables para que Pemex pueda cumplir sus compromisos de pago.
Pero la calificación de México y Pemex está igualada gracias al apoyo “extraordinario” del Gobierno mexicano y su voluntad de ayudar a la compañía en caso de que lo requiera, el cual ha sido expresado de forma “clara” y explícita.
“Si por alguna razón está esto se modifica y la relación del Soberano con Pemex llega a ser distinta, eso implicaría por supuesto una modificación en las calificaciones de Pemex. Ahorita asumimos que el apoyo se mantiene”, añadió.
La administración del presidente de México Andrés Manuel López Obrador inyectará US$8.000 millones para que Pemex cubra sus vencimientos de deuda y reducirá su carga fiscal del Derecho por la Utilidad Compartida (DUC) de 40 a 30%, según la Ley de Ingresos y el Presupuesto aprobado por el Congreso para 2024.
Cambios estructurales
Entre los cambios estructurales para que mejore la calificación de Pemex, el analista mencionó la participación de empresa estatal en energías renovables, además de la institucionalidad financiera y operativa de la compañía donde observa frenos.
Agregó que mientras Pemex invierte cerca de 2% en energías limpias, otras petroleras oscilan cerca de 20% en un ambiente de exigencia más sustentable por parte de los inversionistas hacia compañías del sector de hidrocarburos.
“Allí tienes una diferencia gigante. ¿En qué va a invertir si apenas puede subsistir?”, comentó.
Al preguntarle por el riesgo del cambio de Gobierno en 2024, de la Torre dijo que al menos el apoyo fiscal ya está incluido en el déficit del próximo año, un factor que podría mover la aguja, pero ya está capturada en sus análisis, incluso haber metido la inyección de capital en el Presupuesto 2024 “da más certidumbre” y los vencimientos ya estarán cubiertos con esos recursos.
Pemex es la petrolera más endeudada del mundo con pasivos financieros que ascienden a US$105.800 millones. El gigante mexicano alcanzó este nivel de endeudamiento durante la administración del expresidente priista Enrique Peña Nieto, mientras su producción de petróleo, el principal y más rentable negocio de la compañía, caía hasta los 1,7 millones de barriles diarios.
Hoy la producción de la empresa con AMLO se ha estabilizado en un nivel de 1,9 millones de barriles diarios, pero los esfuerzos del Gobierno se han concentrado en el negocio de refinación con el fin de producir la gasolina diésel que demanda el país, pero arroja pérdidas multimillonarias cada trimestre.