Bloomberg — La subgobernadora del Banco de México, Irene Espinosa, dijo el miércoles 17 de abril que es demasiado pronto para hablar de un ciclo de flexibilización prolongado, a menos de un mes desde que el banco central recortó las tasas de interés por primera vez desde 2021 y con los mercados esperando pistas sobre el siguiente paso.
Banxico, como se conoce al banco central, enfrenta algunos “problemas de credibilidad” con respecto a la diferencia entre su proyección de inflación para fin de año de 3,6% y la estimación del mercado de 4,1%, dijo.
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Espinosa habló en una entrevista con Bloomberg News después de un evento del Instituto de Finanzas Internacionales, al margen de las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional en Washington.
“No es un problema de credibilidad respecto del mandato o de la institución”, dijo, sino relacionado con la “expectativa que tiene el mercado respecto de lo que proyectamos”.
El 21 de marzo, Banxico recortó su tasa de interés clave en un cuarto de punto a 11%, uniéndose finalmente a la tendencia regional de flexibilización monetaria, siendo Espinosa la única que votó a favor de mantener la tasa sin cambios en 11,25%.
Pero el banco, especialmente la gobernadora Victoria Rodríguez Ceja, ha reiterado que los ajustes futuros a los costos de endeudamiento serán graduales y se evaluarán uno a la vez, dependiendo de la información disponible, por lo que la posibilidad de una pausa en las tasas está sobre la mesa para la próxima reunión del 9 de mayo.
Espinosa dijo que Banxico sigue de cerca las medidas de la Reserva Federal de Estados Unidos, pero no está apegado a ellas. También dijo que no pedirá la reelección en su cargo y que la decisión corresponde a la del presidente.
En las actas de la última reunión, las autoridades expresaron su preocupación por una economía interna resistente y la inflación, especialmente en el sector de servicios. Dados esos riesgos, los miembros pidieron pequeños ajustes y advirtieron contra reducciones rápidas en el futuro.
Espinosa dijo en las actas que la política monetaria enfrenta desafíos adicionales, incluidas presiones de aumentos salariales y una política fiscal expansiva.
El problema de Pemex
Durante el evento del IIF, Espinosa dijo que existe una urgencia con respecto a la sostenibilidad fiscal de la petrolera estatal mexicana Petróleos Mexicanos.
Agregó que Pemex, como se conoce a la empresa, ha recibido mucho apoyo gubernamental sin ningún cambio en su gobernanza o modelo de negocio.
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“Es una preocupación enorme que puede afectar la sostenibilidad fiscal, que puede afectar las calificaciones soberanas y que afectaría en general los costos de financiamiento y a toda la economía mexicana”, dijo.
Ante esa realidad, entonces, dijo que el tema de Pemex es una de las prioridades a resolver por la próxima administración.
“La cantidad de recursos que recibió Pemex en los últimos dos años es enorme. Entonces, si pensamos en que el año que viene vuelva a la consolidación fiscal y que Pemex no haya cambiado su modelo de negocio, entonces la necesidad no sólo continuará sino que aumentará”, dijo Espinosa.
Banxico apunta a una inflación del 3%, más o menos un punto porcentual. Los precios al consumidor aumentaron un 4,42% en marzo respecto al año anterior, por debajo de la estimación media del 4,5% de los analistas encuestados por Bloomberg.
La inflación mensual alcanzó el 0,29%, también por debajo de la estimación mediana del 0,36%. La inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como alimentos y combustibles, se desaceleró a 4,55% en comparación con el año anterior, por debajo del pronóstico de los economistas de 4,63%.
El subgobernador de Banxico, Jonathan Heath, dijo anteriormente que la inflación no se ha desacelerado como al banco le gustaría ver debido a la política fiscal expansiva del gobierno federal y un mercado laboral ajustado.
Durante un podcast de Banorte, Heath dijo que es importante ser muy cautelosos y tener mucha paciencia para no iniciar prematuramente un ciclo definitivo de normalización de la tasa de política monetaria.
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