En una guerra arancelaria entre Norteamérica ¿quién gana y quién pierde?

Especialistas apuntan a que una guerra comercial entre los socios del T-MEC tendría un claro ganador

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Ciudad de México — Los tambores de una guerra arancelaria en Norteamérica comienzan a retumbar cada vez más fuerte, conforme se acerca la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

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Las promesas de campaña de Trump de imponer aranceles a las importaciones de México y Canadá, sus socios en el acuerco comercial conocido como T-MEC, se están convirtiendo en una inminente realidad. Con lo que se esperarían medidas proporcionales en represalia.

Trump, quien tomará posesión el lunes 20 enero de 2025, anunció en su plataforma Truth Social que impondrá un arancel del 25% a todos los productos provenientes de Canadá y México, el cual se mantendrá hasta que sus socios cierren el paso de migrantes y drogas ilegales a Estados Unidos.

México y Canadá hicieron de manera independiente un llamado al diálogo, pero la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dejó entrever la posibilidad de responder en la misma medida.

El eventual conflicto entre vecinos se da en medio de la guerra comercial que Estados Unidos mantiene con China, con quien los tres socios del T-MEC tienen un desbalance comercial.

Diego Marroquín, primer Catedrático Bersin-Foster para Norteamérica en el Woodrow Wilson Center, apuntó que una guerra comercial regional tendría un claro ganador: China, en medio de una serie de efectos adversos para las economías y negocios de la región.

“Una guerra comercial entre los países de Norteamérica sería la forma más directa e inmediata de debilitar a la región entera. El único ganador de esta guerra sería China”, escribió Gerardo Esquivel, economista y exsubgobernador de Banco de México, en su cuenta de X.

Volatilidad y cautela en la inversión

El ruido generado por el cruce de declaraciones en torno a una posible guerra de aranceles, provoca volatilidad que se ve reflejada en el tipo de cambio, de acuerdo con Janneth Quiroz, economista en jefe de Monex.

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En medio de la lluvia de declaraciones, el tipo de cambio tocó los $20.83 pesos mexicanos por dólar, su máximo nivel en lo que va del 2024.

“Estamos esperando que esta tendencia de depreciación del tipo de cambio se mantenga hacia adelante”, dijo la estratega en un encuentro con medios.

Más allá del tipo de cambio, la incertidumbre sobre el futuro puede volver cautelosos a los inversionistas en el corto plazo, señaló Quiroz. “El próximo año será complicado para México”.

Presiones inflacionarias y riesgo en crecimiento

En una nota de análisis, economistas de Citibanamex señalaron que la imposición de aranceles presionaría los precios en ambos países y aumentaría los riesgos para el crecimiento económico en México.

Para Estados Unidos, los aranceles implicarían un encarecimiento de las mercancías mexicanas, que representan poco más del 15% de las importaciones totales de ese país. En el caso de México, los gravámenes implicarían una caída en las exportaciones, ya que 81% de los productos se envían al extranjero tienen como destino a su vecino del norte.

Los economistas Rodolfo Ostolaza e Iván Arias señalaron que si el Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum responde a las medidas de Trump con aranceles, la afectación sería para el 40% de las importaciones totales, que son las provenientes de Estados Unidos. Esta guerra de aranceles, aunada a una depreciación adicional del tipo de cambio y el traslado de los gravámenes al consumidor, generaría presiones inflacionarias.

“Esto podría implicar que la tasa objetivo de política monetaria se mantenga en terreno restrictivo por más tiempo, lo que podría impactar negativamente en el crecimiento de la economía mexicana”, señalaron.

Caída en las importaciones

De acuerdo con Quiroz de Monex, la imposición de aranceles no es una sorpresa. México ya vivió el ser objeto de estas medidas promovidas por Trump, cuando en 2018 el entonces presidente estadounidense empezó a cobrar aranceles al acero y aluminio.

En respuesta el Gobierno México, en ese entonces encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto, impuso aranceles a productos de fueron elegidos de manera muy estratégica, a sabiendas que iban a golpear sectores estratégicos del partido republicano, que llevó Trump al poder.

Entre los productos se encontraban distintos tipos de queso, manzanas, arándanos, productos de cerdo, barcos de motor, entre otros.

De acuerdo con Quiroz, las exportaciones de México a Estados Unidos, no sufrieron una mayor desaceleración, mientras que las importaciones sí disminuyeron de manera notable. Esta situación llevó a que en menos de un año las medidas fueran levantadas.

“Ya vivimos y sobrevivimos a Donald Trump, en el largo plazo a México no le fue mal”, dijo Quiroz.