Ciudad de México — Las empresas mexicanas están bien posicionadas para enfrentar los posibles cambios en políticas regulatorias y económicas como resultado de las próximas elecciones presidenciales en el país, consideró la agencia calificadora Fitch Ratings.
“No prevemos mayores riesgos de liquidez y refinanciamiento para las empresas, que han reforzado sus perfiles de liquidez como protección contra la posible volatilidad del mercado”, indicó la agencia en una nota.
Fitch mencionó que la mayoría de las empresas que evalúa en México tienen estructuras saludables de capital y finanzas, así como un endeudamiento bajo o moderado y liquidez para enfrentar vencimientos y el riesgo de refinanciamiento.
La dirección que tomen las políticas a partir de los resultados electorales afectará directamente a ciertos sectores, dijo la calificadora en la nota, lo que potencialmente redefinirá el entorno empresarial e influirá en la confianza de los inversionistas.
Sheinbaum continuará políticas actuales
“Una victoria presidencial de Claudia Sheinbaum continuaría con las políticas actuales, mientras que Xóchitl Gálvez favorece una menor interferencia estatal, particularmente en el sector energético”, consideró Fitch.
Si Claudia Sheinbaum, candidata del partido en el Gobierno, gana las elecciones, la calificadora prevé que continuarán las políticas de la actual administración y podrían seguir arrastrando a sectores como el petróleo, gas, servicios públicos y la minería.
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Fitch consideró que la intervención del Gobierno “continuaría desincentivando las inversiones privadas” para mejorar y modernizar la producción de petróleo, gas y la generación de energía con fuentes renovables. Además, la calificadora no esperaría menores restricciones para las concesiones mineras a cielo abierto o el fracking.
Gálvez favorecerá inversión privada en energía
De ganar Xóchitl Gálvez, la candidata de la oposición, Fitch anticipó un entorno más favorable para la generación de petróleo, gas y electricidad, debido a que la aspirante aboga por una mayor inversión privada en estos sectores, así como reabrir el sector minero.
El análisis de Fitch se enfocó en las candidatas que encabezan las preferencias electorales, por lo que no mencionaron al tercer aspirante presidencial, Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano.
En materia de política fiscal y monetaria, la agencia calificadora señaló que ambas candidatas mantendrán un enfoque prudente y continuarán el gasto gubernamental en programas sociales, lo que consideró de “neutral a positivo” para sectores como el comercio minorista, alimentos y bebidas, y la construcción de vivienda.
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Fitch no espera reformas fiscales significativas al comienzo de la nueva administración, lo que será favorable para las empresas. Aunque señaló que una preocupación más inmediata será lo relacionado a Pemex, como la estabilización y posible aumento de la producción petrolera, así como el manejo de deuda de la estatal.
Sobre el nearshoring, el desafío para ambas aspirantes será crear e implementar políticas que fomenten las ventajas de esta relocalización de cadenas de suministro y llevarlas a todo el país, no sólo a las regiones norte y centro. Fitch apuntó que este cambio beneficiaría particularmente a sectores involucrados en la manufactura, las industrias orientadas a la exportación y el sector inmobiliario industrial.
La agencia calificadora agregó que las empresas enfrentan el desafío de infraestructuras antiguas, confiabilidad de las fuentes de energía, escasez de agua y problemas de seguridad, y apuntó que tanto Sheinbaum como Gálvez han adoptado políticas para mejorar la infraestructura y el uso del agua.