Ciudad de México — Las proyecciones sobre el rumbo que tomará el peso mexicano durante 2024 se continúan actualizando entre los analistas. El contexto luce retador para la divisa mexicana que, tras cinco años de fuerte volatilidad y con expectativas de que llegara a los MXN$30 por unidad, sorprendía con niveles de MXN$16 por dólar.
El primer semestre de 2024 muestra diversos elementos que aumentarán la volatilidad de la divisa mexicana. Entre ellos: las elecciones presidenciales locales mismas que ‘indudablemente’ generarán movimientos abruptos en la divisa, de acuerdo con el director Cambiario en Banco Base, Nicolás Eguiarte.
“Siempre en un período en un año electoral el tipo de cambio se deprecia en el primer semestre”, mencionó el estratega en entrevista con Bloomberg Línea. No solo aumentará la depreciación sino que incluso podría ser mayor a la observada en las elecciones de 2018 cuando la divisa retrocedió 15,93%.
Hasta ahora, el consenso de analistas de Bloomberg proyecta que el peso mexicano se ubicará en los MXN$18,14 por dólar para el cierre del segundo trimestre de 2024. El escenario más pesimista es de Capital Economics estima que llegaría a los MXN$19,75 y el optimista en MXN$16,60 por unidad,, proyectado por Cinkciarz, empresa financiera de origen polaco.
Analistas de Banco Base realizaron un estudio que muestra que la depreciación del peso mexicano con respecto al dólar tiende a incrementar en periodos electorales. Por ejemplo, en las elecciones de 2006 cuando Felipe Calderón resultó elegido, la divisa se depreció 10%. Para el siguiente periodo electoral presidencial, la moneda mexicana cayó 14,46%, según datos del área de análisis de la institución financiera.
“Independientemente del color y de la persona, la depreciación existe”, dijo Eguiarte.
De manera interna existen elementos a seguir que generarán la volatilidad en la moneda. Por un lado, de acuerdo con el estratega, el nivel de violencia y las campañas que se desarrollarán serán el centro de atención de los inversionistas.
“Además de la elección presidencial, habrá elecciones en otros nueve estados. Se renuevan la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores y hay muchas elecciones ahí municipales”, explicó.
Un elemento adicional es el Paquete Económico 2024 mismo que fue aprobado en lo general la jornada del 6 de noviembre. La importancia de este presupuesto se enfoca al mayor déficit fiscal esperado que asciende a 5%.
“Todo el déficit fiscal se transforma en una depreciación tarde o temprano”.
En 2024, las elecciones mexicanas coinciden con las de EE.UU. donde nuevamente salen a la luz nombres como el expresidente Donald Trump o el controversial Gobernador de Florida, Ron DeSantis donde se espera que la volatilidad aparezca en el mercado.
Pero la volatilidad no es sinónimo de depreciación, de acuerdo con los estrategas de Banco Base. “Es un movimiento no lineal, pero sí deberíamos de considerar bandazos más fuertes”, dijo Nicolás Eguiarte.
“Hacia mediados de 2024 esperamos que el tipo de cambio se deprecie hacia MXN$19,20 por dólar, impulsado por los riesgos relacionados con las elecciones en México y EE.UU., un menor carry, la desaceleración cíclica y una valoración al alza”, escribieron en una nota analistas de BBVA.
En lo que va el 2023, el peso mexicano acumula una apreciación de 11,64% y tocar niveles de $16,62 por dólar, niveles observados en siete años, sorprendiendo al mercado y todo pronóstico de los inversionistas.
El avance de la divisa tuvo como catalizador los incrementos de la tasa de interés del Banco de México que llevó la tasa de interés a 11,25% y tener un atractivo diferencial de tasas frente a la Reserva Federal de EE.UU.. Analistas de Banorte estiman que el banco central mexicano iniciará el recorte en la tasa de interés en mayo. Este efecto acortaría el diferencial de tasas entre México y EE.UU., impactando al tipo de cambio.
No obstante, se mantiene la expectativa de que México continuará beneficiándose de la relocalización de las cadenas de producción al norte del país y de la entrada de remesas.
Golpes al superpeso mexicano
Pese a ello, la moneda mexicana no ha sido indiferente a eventos externos como el colapso de los bancos de Silicon Valley que detonó una contracción de 1,8%, incluso a temas locales como la cancelación del programa de coberturas de Banxico que generó una depreciación profunda de poco más de 3%.
Y más recientemente, el inicio del conflicto bélico en Medio Oriente que generó la aversión al riesgo, temores de mayores precios de petróleo y, por ende, mayores presiones inflacionarias.
Bajo este contexto, BNP Paribas estima que el peso mexicano cerrará el año en los $17,10 por dólar, nivel más optimista de los analistas de Bloomberg; mientras que la estimación más pesimista corresponde a Landesbank en $19,06 por dólar.
El peso mexicano tiene un reto al que se enfrentará antes de que concluya el año: la reunión de política monetaria de la Fed.
“Se publicará el comunicado y la actualización de las principales variables macroeconómicas, junto con el dot plot, el cual mostrará si se alcanzó la tasa terminal del actual ciclo alcista o si el FOMC mantiene un sesgo a favor de seguir restringiendo su política monetaria”, escribieron analistas de Monex en un reporte.