Bloomberg — El peso mexicano cayó, revirtiendo las ganancias anteriores, ya que los resultados preliminares de las elecciones mostraron que el partido gobernante ganó con una victoria aplastante que podría darle el poder para aumentar el control estatal de la economía y socavar los controles sobre su poder.
El peso perdió hasta 0,3% a 17,06 por dólar en las primeras operaciones de Europa, revirtiendo un avance visto durante la sesión de Asia y por detrás de otras monedas de mercados emergentes. Las primeras proyecciones oficiales mostraban que Claudia Sheinbaum, la protegida del presidente Andrés Manuel López Obrador, ganaría por al menos 30 puntos porcentuales.
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Aunque su victoria estaba ampliamente descontada, el recuento rápido publicado por la autoridad electoral también apuntaba a que el partido gobernante, Morena, y sus aliados obtendrían la llamada supermayoría en la Cámara de Diputados y al menos una mayoría simple en el Senado, más apoyo del que sugerían las encuestas. Los inversores estaban muy atentos a las elecciones al Congreso, ya que una mayoría de dos tercios daría a la coalición gobernante un mandato para aprobar reformas más ambiciosas que podrían cambiar la Constitución.
“El margen de victoria fue mucho más amplio de lo esperado y la probabilidad de obtener dos tercios del Congreso es alta”, dijo Claudia Ceja, estratega de BBVA México. “Abre el espacio para reformas constitucionales. La atención de los inversionistas se centró en el Congreso”.
Reformas
Los resultados del Congreso determinarán si Morena estará en condiciones de aprobar una serie de propuestas presentadas por López Obrador en febrero. Esas propuestas incluyen planes para reducir el número de legisladores y permitir la elección directa de los ministros de la Suprema Corte. También incluyen la eliminación de reguladores independientes, como el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (INAI), la Comisión de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), así como el establecimiento de nuevas obligaciones en materia de pensiones y subidas obligatorias del salario mínimo.
Un resultado de este tipo podría minar el apetito por los activos mexicanos, incluido el peso, que ha sido una de las principales divisas con mejor desempeño frente al dólar este año. El peso ha desafiado las acusaciones de sobrevaloración y ha seguido subiendo, ya que los estrechos lazos de México con EE.UU. han protegido a la moneda de la fortaleza del dólar, que ha perturbado a otros países en desarrollo. También se ha visto apoyado por un banco central de línea dura que ha sido el más lento de América Latina en reducir los costes de endeudamiento.
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Si el próximo gobierno y el Congreso adoptan una agenda poco ortodoxa que socave las instituciones mexicanas, el peso se debilitaría hasta los 19,20 por dólar -un desplome del 13% desde los niveles actuales-, señalaron analistas de Morgan Stanley en una nota de abril.
Los estrategas de Barclays vieron probabilidades de que el peso sufriera un desplome del 4% si Morena ganaba una mayoría constitucional que llevara a una agenda de reformas radicales más izquierdista, escribieron en una nota antes de las elecciones, aunque añadieron que las probabilidades de que eso ocurriera eran pequeñas.
“No es un resultado positivo”, dijo Alejandro Fuchs, estratega de Itaú BBA. “Aunque todavía son preliminares, esperaríamos cierto risk-off en los activos financieros en general”.
Súper peso
Entre las principales divisas, el peso también ha sido la de mejor rendimiento en los últimos seis años, durante el mandato de López Obrador, haciendo frente a las preocupaciones de que sus políticas provocarían una profunda devaluación. Su gobierno se opuso a las expectativas de un mayor gasto y, en su lugar, mantuvo una disciplina fiscal que lo diferenció de otras economías, cuyos déficits se dispararon durante la pandemia. Sin embargo, López Obrador disparó el gasto este año, dejando a Sheinbaum el reto de frenarlo.
La ventaja de dos dígitos de Sheinbaum en los meses previos a las elecciones había ayudado a mantener el peso estable ante la expectativa de continuidad. Los inversores consideran que Sheinbaum aportará estabilidad a la segunda mayor economía de América Latina, con la posibilidad de que adopte un enfoque más favorable al mercado que López Obrador, que no pudo optar a otro mandato.
Analistas de Morgan Stanley pronosticaron que existe la posibilidad de que Sheinbaum se muestre más abierta a la inversión privada en el sector energético y tome medidas para atraer más fábricas a México en la tendencia llamada nearshoring.
En su primer discurso como presidenta electa, Sheinbaum mantuvo el tono que marcó durante la campaña, comprometiéndose a respetar la autonomía del banco central y la disciplina fiscal, pidiendo más inversión en energías renovables y prometiendo promover la inversión extranjera.
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“Sheinbaum se ha comprometido a continuar la agenda del presidente Andrés Manuel López Obrador”, dijo Elías Haddad, estratega de mercado de Brown Brothers Harriman en Londres. “Más allá del estable telón de fondo político de México, los fundamentos siguen siendo positivos para el MXN”.
El fuerte atractivo de la divisa debería seguir proporcionando cierto apoyo al peso mexicano, lo que podría hacer que cualquier venta fuera transitoria, según Ceja, de BBVA. El largo periodo de transición en México -el nuevo Congreso no tomará posesión hasta septiembre, mientras que Sheinbaum lo hará en octubre- también significa que llevará algún tiempo ver si las preocupaciones iniciales de los inversores se materializan.
“Esto no es lo que esperaban los participantes del mercado”, dijo Gabriel Casillas, economista jefe para América Latina de Barclays. “Podríamos ver un nuevo ajuste de los precios de los activos para reflejar esta aparente nueva realidad, en la que algunas reformas que el presidente presentó al Congreso el 5 de febrero pueden ser aprobadas, incluso antes de que el nuevo presidente tome posesión”.