Bloomberg — El secretario de Hacienda de México, Rogelio Ramírez de la O, atenuó a la idea de una reelaboración importante de la deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el futuro cercano, diciendo que actualmente no se planean “grandes operaciones”.
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El Gobierno esperará para planificar cualquier medida para Pemex hasta después de las elecciones presidenciales del 2 de junio en coordinación con el equipo de la administración entrante, dijo Rogelio Ramírez de la O a Bloomberg News. Incluso entonces, implementar una nueva estrategia podría tardar meses o años, afirmó.
“No podemos especular cómo se haría ni en qué cantidad”, añadió. “El plan de negocios debe ser determinado con un alto nivel de apoyo político por parte de quien sea responsable del próximo Gobierno. Podemos discutir los aspectos financieros, pero sólo cuando se determinen las perspectivas de una solución”.
Los comentarios son un golpe de la realidad para los inversionistas que anticiparon que el nuevo presidente de México podría heredar una versión más elegante y menos apalancada de Pemex.
Los bonos del productor de petróleo se recuperaron a principios de este mes después de que Bloomberg informara sobre una reunión de inversionistas en Nueva York con un alto funcionario de la Secretaría de Hacienda que discutió las opciones del Gobierno para absorber hasta US$40.000 millones de dólares en deuda de Pemex.
Los bonos en dólares de Pemex con vencimiento en febrero de 2032 subieron 2,5 centavos a 84,86 centavos por dólar desde el 8 de mayo. Los precios de los bonos deberían “normalizarse” a medida que los inversores comprendan que no hay ninguna operación importante inminente, dijo Ramírez de la O.
La candidata, Claudia Sheinbaum, ha dicho que a ella le gustaría que Ramírez de la O permaneciera en el cargo inicialmente si gana las elecciones, y él ha dicho anteriormente que sería “un honor” servir en cualquier circunstancia.
“De ninguna manera daría por sentado que el próximo equipo resolverá esto en la primera mitad del año, en la segunda mitad del año”, dijo. “No me atrevo a decir si abordar estos montos es viable en seis años o en la cantidad que sea. Es una cantidad gigantesca”.
El presidente entrante tendrá que ayudar a determinar la mejor estrategia para la deuda de Pemex, dijo Ramírez de la O. Eso podría incluir una recompra de bonos, entre muchos otros mecanismos potenciales.
Cualquier banco que esté discutiendo grandes operaciones de deuda de Pemex con clientes lo hace “bajo su propio riesgo y sin nuestra aprobación”, añadió. Si la Secretaría de Hacienda siguiera adelante con una estrategia que implique recomprar los bonos, elegiría instituciones con grandes balances.
Hacienda recibió consultas de empresas de calificación crediticia tras el informe de Bloomberg sobre la reunión de inversores de Nueva York, dijo.
“Normalmente las agencias calificadoras plantean preguntas cuando es el momento adecuado”, afirmó. “Ahora las preguntas llegan antes de tiempo. Necesitamos ser muy responsables”.
La estrategia financiera de Pemex debe ir de la mano de una estrategia de negocios, afirmó. La Secretaría de Hacienda es muy consciente del caso de la empresa de servicios públicos sudafricana Eskom, cuya estrategia financiera de respaldar a la empresa con una garantía soberana no fue seguida por una estrategia comercial a largo plazo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, que dejará el cargo a finales de septiembre, se ha centrado en invertir en refinerías para aumentar los ingresos de Pemex. La refinería de Dos Bocas, uno de sus proyectos de infraestructura emblemáticos, aún está en construcción luego de recibir un desembolso final en 2023, dijo de la O.
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