Ciudad de México — Las calificadoras de riesgo S&P Global, Moody’s y Fitch Ratings prevén que la virtual presidenta de México, Claudia Sheinbaum, continúe con el apoyo financiero hacia la altamente endeudada empresa estatal Petróleos Mexicanos, conocida como Pemex.
Los posicionamientos aparecen horas después de que Sheinbaum se convirtió en la presidenta virtual de México tras una contundente derrota de la candidata opositora Xóchitl Gálvez quien obtuvo 28% de los votos frente al 59% de la candidata del partido gobernante Morena, según un corte reciente del Programa de Resultados Electorales Preliminares del INE.
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S&P advirtió que el pago de la deuda de Pemex seguirá siendo una presión en 2025 y 2026, con vencimientos de US$6.800 millones y US$10.500 millones, respectivamente.
“La nueva administración podría brindar apoyo financiero a Pemex, incluyendo recortes de impuestos o transferencias presupuestarias, probablemente aunado con reformas para fortalecer las operaciones de la empresa y abordar las debilidades internas”, agregó S&P.
Aclaró que si la situación financiera de Pemex no mejora y el apoyo gubernamental es casi cierto, por lo que es probable que consideren a Pemex como un pasivo contingente si la deuda del Gobierno y Pemex aumenta de forma pronunciada. Esto debilitaría su evaluación del perfil fiscal de México y podría tener un impacto en la calificación soberana del país, advirtió.
Moody’s comentó que hay indicios de que Sheinbaum, al igual que su antecesor Andrés Manuel López Obrador, no prevé llevar a cabo una reforma tributaria para recaudar más ingresos a causa del aumento de las presiones fiscales, que son resultado del continuo apoyo a Petróleos Mexicanos (Pemex, B3 negativa).
Incluso comentó que con el Gobierno de Sheinbaum es más probable una operación que incremente las obligaciones financieras de Pemex (B3 negativa) en 2025 y 2026, como la recompra de deuda con descuento.
“Prevemos que las autoridades mantendrán su compromiso con la soberanía energética y el papel dominante del Estado, y que no habrá cambios en el modelo de negocios de Pemex ni en el apoyo financiero del gobierno”, comentó la agencia.
Fitch Ratings, por su parte, consideró que el apoyo continuo a Pemex (B+ estable) sigue siendo un desafío adicional para el Gobierno mexicano, pues la deuda de la compañía petrolera equivale a casi 6% del Producto Interno Bruto.
El Gobierno federal ha brindado apoyo por cerca de US$70.000 millones de dólares en los últimos cinco años, absorbiendo efectivamente la deuda de la empresa en su propio balance.
“La administración entrante ha abogado por mantener el importante papel de Pemex en el mercado petrolero del país, lo que implicará transferencias continuas del Gobierno federal en ausencia de mejoras significativas en la eficiencia operativa de la compañía”.
Pemex es la petrolera más endeudada del mundo con un pasivo financiero de US$101.500 millones y una producción petrolera en declive en el último año de 1,8 millones de barriles diarios de petróleo crudo y condensados.
El actual Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO, concentró su política energética en el rescate de Pemex y su negocio de refinación, el único que reporta pérdidas multimillonarias cada trimestre.
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