Déficit, Pemex y gasto social dificultarán panorama para próxima presidenta de México: Moody’s

La agencia calificadora prevé que la trayectoria de la calificación crediticia del soberano dependerá de los planes de consolidación fiscal del próximo gobierno

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Ciudad de México — La próxima presidenta de México enfrentará un difícil panorama por el déficit fiscal que alcanzarán las finanzas públicas en 2024, las necesidades de apoyos para Petróleos Mexicanos (Pemex) y las promesas de campaña que implican aumentar el gasto social y la inversión pública, advirtió Moody’s Ratings.

El Gobierno entrante se encontrará con un panorama fiscal difícil y un déficit fiscal de más del 5% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2024, señaló en un comunicado la agencia que tiene a México con una calificación de Baa2 con perspectiva estable.

“La trayectoria del crédito soberano de México dependerá de los planes de consolidación fiscal del próximo gobierno y de su capacidad para evitar un mayor deterioro fiscal”, advirtió.

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Quien asuma la presidencia también tendrá menos capital político que el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, lo que hará que los riesgos sociales y de gobierno adquieran mayor relevancia, lo que complicaría la capacidad de cualquiera de las dos candidatas para impulsar políticas.

El electorado probablemente elegirá como presidenta a Claudia Sheinbaum, del oficialista Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados, o a Xóchitl Gálvez, que encabeza una coalición conformada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Las principales propuestas políticas de Sheinbaum implican una amplia continuidad con la administración actual, mientras que las de Gálvez tendrían un enfoque más basado en el mercado para abordar los problemas económicos de México, señala Moody’s.

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La agencia apuntó que, si bien espera que el próximo Gobierno siga dando apoyo a Pemex, la actual estrategia de negocio de la petrolera estatal ha aumentado sus riesgos crediticios.

Sheinbaum y Gálvez coinciden en la importancia de la transición hacia la energía renovable, pero probablemente Sheinbaum continuará expandiendo el negocio de la refinación, que traerá mayores pérdidas. Gálvez propone permitir la participación del sector privado para alejar a Pemex de las operaciones no rentables en favor de tecnologías energéticas modernas y sostenibles.

Moody’s consideró que las principales propuestas políticas de Sheinbaum suponen continuidad, por lo que se proyecta que se mantendrá en gran medida el modelo de negocio existente de la petrolera estatal Pemex y hará hincapié en la soberanía energética, aunque ha declarado la necesidad de una estrategia de transición energética.

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Las propuestas de política económica de Sheinbaum incluyen continuar con los programas de transferencia de efectivo.

Las principales propuestas políticas de Gálvez incluyen un cambio hacia un enfoque más basado en el mercado para los problemas económicos de México, así como la necesidad de abordar los problemas de seguridad, energía y agua que le ponen trabas a la inversión en nearshoring.

Su estrategia fiscal se basa en abordar los problemas financieros y operativos de Pemex con el fin de liberar recursos para el Gobierno federal. Gálvez ha propuesto una exención del impuesto sobre la renta para los mexicanos que ganen menos de MXN$15.000 (US$885) al mes y continuar los programas de transferencia de efectivo con algunas modificaciones, como ampliar la cobertura a otros grupos vulnerables.