Ciudad de México — Fue un día circular para Andrés Manuel López Obrador en su último Informe de Gobierno y su último discurso como presidente desde el corazón político de México.
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El presidente se apostó debajo del balcón presidencial de Palacio Nacional en un templete con los colores de la bandera de México y, acompañado de una silla de madera con asiento rojo y una mesa de relieves con la caja del Informe encima, trazó a su sucesora sutilmente el camino a seguir.
AMLO, como se le conoce al presidente al menos desde hace quince años, escribió un libreto para declamar un discurso de dos horas en su escenario predilecto, el zócalo de Ciudad de México. El mensaje retumbó en los oídos de “Claudia” y tuvo eco en el Congreso que estrenó una supermayoría oficialista.
Una mujer de playera blanca con rayas sostiene con su mano izquierda un muñeco de plástico de AMLO: un AMLITO con pantaloncito negro, guayabera con moño rojo y hasta el cabello blanco como algodón. El presidente decidió salirse del guión que preparó casi a la mitad de su discurso para hacer una consulta a mano alzada.
-A ver… que levanten la mano los que consideren que es mejor que los elija el pueblo, a jueces y magistrados- consultó el mandatario.
La mujer levantó a su AMLITO en señal de apoyo a la propuesta presidencial de que el voto popular sea el método de selección de ministros, magistrados y jueces, tal y como lo propone la reforma judicial que se discute en el Congreso. No fue la única. Más de 18.000 simpatizantes presentes en el zócalo, incluidos maestros sindicalistas del SNTE que por años apoyaron al Partido Revolucionario Institucional (PRI), levantaron la mano para respaldar al mandatario.
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La AMLOmania, envalentonada tras escuchar al presidente criticar lo que él considera falta de austeridad del Poder Judicial, comenzó a gritar “¡fuera, Piña!, ¡fuera, Piña!”, en alusión a la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
A las 12:44 horas del 1 de septiembre de 2024, AMLO concluyó su informe, “gracias, gracias de corazón” fueron las palabras que eligió para poner fin a su mensaje con motivo del Sexto Informe de Gobierno. Pero antes, recalcó que en su administración nunca se divorció del pueblo.
“Queremos <i>kratos</i> con <i>demos</i>. Democracia —lo hemos dicho varias veces— se compone de dos partes: demos es pueblo, kratos es poder, la democracia es el poder del pueblo”, expresó mientras una familia ondeaba una pancarta guinda que decía “nada se logra sin amor al pueblo”
Andres Manuel López Obrador, presidente de México
Con sus tres hijos mayores en la primera fila de invitados especiales, Andrés Manuel, José Ramón y Gonzalo, AMLO dijo que el dinero no da la felicidad y sostuvo que se puede gobernar sin aceptar agendas de organismos financieros internacionales o de poderes hegemónicos.
Engalanada con un vestido azul oxford y un colorido rebozo, Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta electa de México, asentía los mantras presidenciales y llevaba sus manos al corazón para agradecer al mandatario su herencia.
A través de las pantallas que se colocaron en el zócalo, Sheinbaum pudo registrar como se alzaban las manos de la gente, una a una, para votar por la elección popular de jueces. Después del festejo que tuvo en el zócalo la noche del 2 de junio, la presidenta electa volvió a esa plaza para registrar el palpitar de quien la llevó a ganar la elección presidencial.
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“Me voy también tranquilo porque a quien entregaré la banda presidencial por mandato del pueblo es una mujer excepcional”, expresó AMLO tras encargarle y comprometerla ante la multitud dar continuidad a su proyecto. “¿Verdad, Claudia que se terminará esta obra?” o “¿Verdad, Claudia, que se creará parque?”
Mientras ocurría una masiva votación a mano alzada, a cuatro kilómetros de distancia, en la Columna del Ángel de la Independencia, miles de estudiantes de Derecho protestaron en contra de la reforma judicial. Demandaron dialogo y advirtieron del riesgo que implica para la independencia judicial la elección por voto popular de los ministros, jueces y magistrados.
Pero fueron ignorados por el titular del Poder Ejecutivo. Los estudiosos de las leyes también pidieron dialogo al Congreso, sin embargo, los legisladores de Morena y sus aliados, ya acordaron que esta semana será aprobada la reforma judicial porque así lo mandó el pueblo de México.
A las 17:45 horas del 1 de septiembre, el Congreso abrió el periodo ordinario de sesiones. En el día uno de esta nueva Legislatura, la supermayoría de Morena y sus aliados el Partido del Trabajo y el Partido Verde, estrenó curules, oficinas y posicionamiento. Los diputados de Morena, principalmente, se portaron como alfiles al régimen y dispuestos a votar las reformas constitucionales de AMLO.
La oposición se percibía tensa. Antes, el salón de plenos de la Cámara de Diputados, donde ayer tuvo lugar la sesión de Congreso General, era mitad blanquiazul, el color institucional del Partido Acción Nacional (PAN), y la otra mitad guinda, el color de la piel de Morena. Pero ahora, el PAN luce arrinconado, disminuido, junto con otros partidos de oposición, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano (MC).
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-¿Y ahora en qué partido estás?- se preguntaban entre legisladores, como si fueran saliendo de un draft de liga de futbol. Los que antes eran tricolor del PRI hoy son guindas y deben defender la agenda de la autodenominada por AMLO “Cuarta Transformación”.
La secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, acudió a la Cámara de Diputados en representación de AMLO para entregar el Sexto Informe de Gobierno. La funcionaria, quien será muy probablemente la próxima presidenta nacional del partido Morena, olvidó el cargo y dirigió un mensaje que la oposición calificó como un acto de propaganda.
“¡Es un honor, estar con Obrador, es un honor, estar con Obrador!”, coreó la secretaria desde la tribuna de San Lázaro visiblemente emocionada y moviendo los brazos como lo hace AMLO cuando afirma que el “pueblo es mucha pieza” o cuando manda “al carajo” alguna institución o situación.
Alcalde no sólo llevó el informe, sino también una síntesis del mensaje de AMLO del zócalo. La abogada formada en la Facultad de Derecho de la UNAM, una de las instituciones en contra de la reforma judicial, se dirigió a la bancada de Morena para recalcar el mensaje presidencial.
“Si en algún momento regresan por sus privilegios los que se creían dueños de México, las nuevas generaciones tendrán la receta, tendrán el camino ya probado que es que solo el pueblo puede salvar al pueblo y que solo el pueblo organizado puede salvar a la nación. La ruta es la democracia”
Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación
Alcalde abandonó el recinto y enseguida continuó la sesión de Congreso General. Las bancadas posicionaron sus agendas legislativas, aunque la ruta ya está trazada por Morena: en este periodo ordinario de sesiones la prioridad son las reformas constitucionales de AMLO.
Ante las numerosas menciones de la democracia en este primero de septiembre, el diputado de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, advirtió que, en una democracia el poder mayoritario no significa poder sin límites, y su ejercicio debe ser mediante el diálogo y la diferencia.
“Esta Legislatura que iniciará con la agenda de cambio constitucional más ambiciosa y más peligrosa de la que se tenga memoria en el México contemporáneo”, afirmó.
Incluso el PRI, el partido que hegemónico que gobernó México durante 70 años antes de la alternancia con el PAN en el año 2000, tuvo un posicionamiento alertando del superpoder de Morena y sus aliados.
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La diputada priista, Marcela Guerra, dijo que México reclama políticos de consenso y acuerdo, que superen la visión de una mayoría aplastante. “Nuestra vocación es a favor de construir un México de libertades, un México democrático, plural que viva y profundice el régimen republicano y que rechace el apetito de regresar a una hegemonía”.
La Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, presidida por Ifigenia Martínez, la mujer por la que Sheinbaum votó para presidenta en la boleta electoral del 2 de junio, dio publicidad de la reforma judicial, es decir, anunció que el martes 3 de septiembre inicia su discusión y se pondrá en marcha la supermayoría de Morena y aliados.
Diversos diputados del oficialismo dejaron claro que será aprobada la reforma judicial porque fue un mandato del pueblo en la elección federal. “La elección por voto popular de los ministros no es negociable”, es la posición de Morena hasta ahora.
“El poder de la República reside y emana del pueblo y el pueblo de México está representado totalmente en el Congreso de la Unión que encarna la soberanía nacional”, declaró el diputado del Partido del Trabajo, Ricardo Mejía, al advertir que ningún juez podrá frenar el deseo transformación del pueblo de México.