“Coyotes” lucran a costa de morosidad en pagos de Pemex a proveedores

Los proveedores dicen que Pemex tarda hasta seis meses en cubrir las facturas, lo que deja a algunas empresas luchando por mantenerse a flote

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Bloomberg — En un húmedo café cerca del malecón de Ciudad del Carmen, México, el gerente de una compañía naviera desbloquea su teléfono para mostrar una lista de 26 empresas a las que la petrolera estatal les debe dinero. La captura de pantalla iba seguida de un mensaje de WhatsApp: “Les puedo ayudar a que les paguen, por si conoces alguna y tenga interés”.

Petróleos Mexicanos (Pemex) es la petrolera más endeudada del mundo. A finales de marzo debía a sus contratistas casi US$15.000 millones -una suma que se ha más que duplicado en cuatro años- y los proveedores dicen que Pemex tarda hasta seis meses en cubrir las facturas, lo que deja a algunas empresas de servicios luchando por mantenerse a flote.

Este retraso ha generado en la sombra una industria de personas que afirman que pueden acelerar los pagos. En algunos casos, ofrecen sobornos a empleados de Pemex para conseguirlo.

A estos intermediarios se les conoce como coyotes. El director general de Pemex confirmó la existencia de los coyotes en un discurso pronunciado en 2021. Pero las solicitudes de los supuestos intermediarios son cada vez más frecuentes, según casi una docena de personas entrevistadas por Bloomberg que tienen conocimiento detallado de los coyotes o experiencia de primera mano en el trato con ellos. Las personas, que trabajan en altos puestos del sector de servicios petroleros de México, para Pemex o dentro del Gobierno federal, pidieron no ser identificadas al hablar de un tema tan delicado.

Bloomberg no pudo confirmar que los trabajadores de Pemex hayan aceptado sobornos o que los proveedores hayan utilizado los servicios de los coyotes para acelerar los pagos.

Un portavoz de Pemex no respondió a las solicitudes de comentarios por correo electrónico y teléfono. Un representante de la oficina del fiscal federal de México y un portavoz del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO, tampoco respondieron a las peticiones de comentarios.

El director general de Pemex, Octavio Romero, se comprometió en 2021 a erradicar a los coyotes con la publicación en Internet de las deudas de la empresa con los proveedores y una mejora en la transparencia del proceso de pago. A principios de este mes, dijo que las medidas han dado frutos, según el periódico nacional Milenio. En una cita, dijo que Pemex desarrolla estrategias para agilizar los pagos y que ha habido “un cambio significativo”.

La aparente expansión de un mercado negro vinculado a las facturas de Pemex subraya cómo su abultada deuda, la más alta del sector con US$107.400 millones, afecta a toda la economía mexicana. A medida que la producción de petróleo de la empresa ha caído -incluso a precios superiores a US$70 el barril, la producción es menos de la mitad de lo que era hace casi dos décadas- también lo han hecho sus contribuciones a las arcas del Gobierno. Los bonos de Pemex, degradados hasta la categoría de basura, suponen un riesgo para la calificación de la deuda soberana de México.

Aunque la cultura de sobornos que impregna a Pemex es algo que “viene de tiempo atrás”, la aparición de los coyotes pone de manifiesto el empeoramiento de la situación financiera de Pemex, dijo Wilbur Matthews, fundador de Vaquero Global Investment LP, una gestora de inversiones con sede en Texas centrada en los mercados emergentes. “Hay mucha corrupción que puede pasar desapercibida a US$60 el barril, así que la idea de que Pemex tenga problemas en un entorno de precios altos del petróleo es bastante descabellada”.

Romero, que fue traído por López Obrador para erradicar la corrupción, ha dicho que ha nombrado a personas honestas y leales al partido oficial para ocupar altos cargos directivos en Pemex. Hasta ahora, la cruzada del director no ha convencido a los inversionistas, que quieren que Pemex reactive la producción.

El gerente de la empresa naviera dijo que recibió la captura de pantalla con la lista de 26 proveedores a fines del año pasado de un conocido que ahora intenta ganar dinero como coyote. Desde el inicio de la pandemia, dijo el contratista, recibe más solicitudes de este tipo que nunca, ya que los proveedores de servicios se enfrentan a mayores retrasos a la hora de cobrar.

Los coyotes dicen a los proveedores que agilizarán el pago de sus facturas a cambio de una comisión, que suele ser inferior al 6% de la cantidad adeudada por Pemex, según personas familiarizadas con el asunto. Sin embargo, el costo puede ser mayor: una persona consultada dijo que un coyote le pidió entre el 8% y el 12% de la factura de Pemex, unos US$32 millones.

Según estas personas, algunos coyotes tienen vínculos con el sector energético y trabajan como consultores o abogados. A menudo afirman tener relaciones de tiempo atrás con Pemex y funcionarios del Gobierno, dijeron las personas.

Un proveedor dijo que un coyote le mostró una vieja foto en un esfuerzo por demostrar que él y un alto funcionario de Pemex habían asistido a la misma escuela. Esa persona dijo a Bloomberg que no ha aceptado las ofertas de los coyotes porque su empresa no lo permite, pero tampoco ha rechazado sus llamadas: le preocupa que el negocio sufra si es descortés con ellos.

No está claro si los coyotes tienen realmente relación con los empleados de Pemex y pueden agilizar los pagos de la empresa a proveedores.

“Hay toda esa gente que es una suerte de parásitos de Pemex o que teóricamente sabe cómo trabajar dentro del sistema”, dijo Matthews. “Pero la otra cara de la moneda es que hay una rotación constante dentro de la empresa. Así que, si hoy conoces a alguien, puede que no conozcas a nadie dentro de seis meses”.

La disminución de la producción y las reservas de petróleo son la causa principal de los problemas de endeudamiento de Pemex. López Obrador ha limitado la inversión del sector privado en la industria petrolera de México, lo que deja a Pemex gran parte de la carga financiera del desarrollo de los yacimientos petrolíferos del país. Encargó a la empresa que se centrara en bloques de aguas poco profundas y yacimientos en tierra, más fáciles de alcanzar y menos costosos, y que redujera la actividad en zonas de aguas profundas, más complicadas de perforar pero que la industria considera que contienen más petróleo.

Según las estimaciones de Fitch Ratings Inc., las contribuciones de Pemex representaron el 4,9% de los ingresos federales en 2020 y el 8,4% en 2021, por debajo de un promedio del 11,6% entre 2015 y 2019. En julio, Fitch bajó la calificación de los bonos de Pemex por tercera vez en los últimos años, bajando la calificación a B+ desde BB-.

La deuda de Pemex con los proveedores se disparó al inicio de la pandemia, cuando los precios del petróleo se desplomaron. En junio de 2020, la empresa, con problemas de liquidez, pidió a los proveedores de servicios en alta mar que aceptaran pagarés para la segunda mitad del año a cambio de que no suspendieran o cancelaran sus contratos, dijeron entonces personas con conocimiento directo de la situación.

A mediados de abril, Pemex tenía una deuda por US$2.500 millones que vencía este año y sigue sin estar claro cómo pagará la factura. Aunque los tenedores de bonos esperan que el Gobierno intervenga para apoyar a Pemex, como lo ha hecho en el pasado, la Secretaría de Hacienda ha dicho que no habrá una nueva inyección de capital. Pemex declaró en mayo que está en conversaciones para prorrogar el aplazamiento de los pagos de participación en beneficios que debe hacer al Gobierno mexicano.

Sube el calor ... y la presión

En mayo, frente a la costa de Ciudad del Carmen en el Golfo de México, trabajadores petroleros contratados por Pemex se abanicaban mientras el calor abrasaba su plataforma en alta mar. La inspección de la nave se había retrasado y el aire acondicionado estaba estropeado porque Pemex no había pagado a los contratistas responsables de los trabajos, según dos personas familiarizadas con el asunto que pidieron no ser nombradas por temor a represalias de la paraestatal. La empresa no respondió a las preguntas sobre si había retrasado el pago a las empresas de servicios.

Una explosión en una plataforma de gas natural de Pemex este mes, que dejó dos muertos y un desaparecido, ha puesto de relieve el historial de seguridad de la empresa, que incluye una serie de incendios en refinerías. Pemex aún no ha hecho comentarios sobre la causa de la explosión de la plataforma.

Algunos expertos del sector afirman que Pemex estaría descuidando tareas de mantenimiento esenciales debido a su falta de liquidez. La empresa registró más accidentes por millón de horas-hombre trabajadas en el primer trimestre en comparación con el año anterior, a pesar de haberse comprometido a mejorar sus indicadores medioambientales, sociales y de gobernanza. Pemex no respondió a las peticiones de comentarios sobre el mantenimiento.

“¿Qué es lo más importante de esta industria? Es tener el suficiente dinero para darle mantenimiento preventivo correctivo y sobre todo, no comprometer a las operaciones”, dijo Ramsés Pech, asesor energético independiente. Pemex no invierte lo suficiente en mantenimiento debido a su pesada carga fiscal, dijo.

Personas familiarizadas con el asunto dicen que mientras los proveedores de Pemex a veces tienen que esperar medio año para cobrar, hay pocas otras empresas con las que puedan trabajar, ya que las políticas de López Obrador han ralentizado el ritmo de la inversión privada en la industria energética.

La situación financiera de Pemex “es motivo de preocupación para los proveedores, aunque no parecen estar reteniendo las entregas”, dijo Luis Maizel, director gerente senior de LM Capital Group en San Diego, que maneja unos $US40 millones en bonos de Pemex. “Vamos a ver a muchos de ellos abandonando porque no pueden permitirse el lujo de esperar para cobrar”.

No sólo los pequeños proveedores sienten los efectos de los retrasos. SLB, uno de los principales contratistas internacionales de obras en alta mar, declaró en abril que tenía US$1.200 millones pendientes de cobro relacionados con México, mientras que su competidor Halliburton Co. afirmó en otra declaración que su “cliente principal” en México, al cual no identificó, representaba el 11% de las facturas no pagadas al 31 de marzo, más que cualquier otro país o cliente. Scott Levine, analista de Bloomberg Intelligence, dijo que Pemex es, por mucho, el mayor productor de petróleo de México, lo que sugiere que puede ser la parte responsable de esas deudas.

Las ineficiencias en el proceso de contratación contribuyen al retraso, dijeron personas familiarizadas con la situación. Por ejemplo, Pemex suele exigir a los proveedores que presenten un precio alzado del proyecto al inicio de las obras, según tres personas. Eso significa que deben elaborar un nuevo contrato para cada ajuste que se produce a medida que avanza el proyecto, lo que puede retrasar el pago varios meses, dijeron.

Algunos de los proveedores más pequeños intentan, discretamente, diversificarse en nuevos sectores, como la venta de chatarra de buques o el suministro de equipos y servicios para proyectos de energías renovables, según personas familiarizadas con el asunto. Algunos se diversifican hacia las pocas empresas privadas que producen petróleo en México, como la italiana Eni SpA, Fieldwood Energy en EE.UU. o la mexicana Hokchi Energy SA, dijeron.

Un directivo de un proveedor, que declinó comentar públicamente por temor a represalias de Pemex, dijo a Bloomberg que su empresa a veces ha tenido problemas para pagar a sus propios contratistas debido a los retrasos en la facturación de la petrolera mexicana. En febrero, las solicitudes de crédito de su empresa a dos grandes bancos fueron rechazadas porque no aceptaban una factura de Pemex como garantía, según la persona.

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