Ciudad de México — El futuro de Cemex (CEMEXCPO) tras obtener el grado de inversión de S&P Global Ratings apunta al crecimiento de la multinacional mexicana y mejores condiciones para el acceso de capital, de acuerdo con analistas.
El logro, anticipado desde hace meses, pero que tomó a la cementera mexicana quince años alcanzar, le permitirá atraer nuevos inversionistas y reducir sus gastos financieros, escribió el analista de Actinver Ramón Ortiz en una nota, tras darse a conocer la noticia.
S&P subió la calificación crediticia de Cemex a BBB-, un nivel por encima del grado especulativo, un hecho que para la empresa y analistas, era una cuestión de tiempo. Fitch Ratings mantiene aún la calificación de la empresa en grado especulativo, pero a un peldaño del grado de inversión.
En agosto, ambas agencias se alinearon para otorgar una perspectiva positiva a la cementera, anticipando que en los próximos 6 a 12 meses podría traducirse en una mejora en su calificación.
Las calificadoras apuntaban a riesgos por factores externos como el desencadenamiento de riesgos económicos o geopolíticos imprevistos; pero también factores como una desviación abrupta en los márgenes de flujo operativo.
En su decisión de ayer, S&P apuntó a riesgos bajo un escenario negativo como una caída inesperada en la demanda en mercados clave, endurecimiento de sus márgenes de liquidez y la adopción de una política financiera más agresiva.
Luego de obtener el grado de inversión, analistas de Barclays señalaron la posibilidad de que Cemex enfoque aún más recursos al crecimiento con fusiones y adquisiciones en negocios estratégicos como su segmento de soluciones de urbanización.
Cemex, con sede en el estado de Nuevo León, tiene previsto celebrar su encuentro anual con inversionistas el próximo 20 de marzo, un momento en el que desglosa sus planes de inversión y crecimiento para el año.
Un logro que no fue sorpresa
Recientemente, Cemex anunció que podría comenzar a devolver capital a sus accionistas en forma de dividendos, luego de años de mantener una política conservadora, en línea con el objetivo de mejorar su perfil financiero para recuperar el grado de inversión.
“No hubiéramos anunciado el pago de dividendos si no estuviéramos confiados que en algún momento este año obtendremos el grado de inversión”, dijo Maher Al-Haffar, vicepresidente ejecutivo de finanzas y administración de Cemex, en una conferencia con analistas e inversionistas en febrero.
Para Al-Haffar las calificadoras estaban considerando dentro de su decisión, los niveles de liquidez, la estabilidad de sus ganancias, y el comportamiento organizacional.
Otro factor que estaría influyendo son los niveles de apalancamiento, que al cierre del 2023 alcanzaron su menor nivel en los últimos 15 años.
Deuda y crisis global
A finales de la década del 2000, la cementera aumentó su endeudamiento con la finalidad de expandirse a nivel global. En 2007 acordó la compra de la australiana Rinker, con operaciones importantes en EE.UU., en una operación valuada en US$12.800 millones.
Cemex se endeudó para financiar la operación. Un año después, la crisis de las hipotecas subprime a nivel mundial llevó a Cemex a enfrentar un alto nivel de apalancamiento en medio de una menor capacidad para generar flujo.
Cemex perdió su grado de inversión en marzo de 2009 por parte de S&P y Fitch Ratings, en medio de un proceso de renegociación con sus acreedores, provocando con ello presiones para obtener financiamiento y mayores tasas de interés.
Desde entonces, Cemex estableció su meta de recuperar el estatus perdido. Primero bajo el liderazgo de Lorenzo Zambrano, presidente y director general de la compañía, quien falleció en 2014. El reto fue asumido posteriormente por Fernando González Olivieri, actual director de la cementera.
Una de las estrategias de la empresa para poder pagar sus deudas fue la venta de activos; además de la reducción de costos y gastos.
Luego de más de década de mantener una estrategia reservada en términos de capital, Cemex comenzó a explorar al mercado una estrategia cuidadosa de adquisiciones y del otorgamiento de beneficios a sus accionistas, sin descuidar su estrategia de reducción de deuda.
Hacia el futuro, si bien el grado de inversión dará más flexibilidad a Cemex, S&P espera que la empresa mantenga la disciplina que la ha caracterizado estos años.
“Consideramos que la administración de Cemex mantendrá una política financiera disciplinada con una estrategia flexible de asignación de capital, y se comprometerá a mantener la calificación de grado de inversión durante los ciclos económicos”, escribió la calificadora.
