Ciudad de México — La petrolera estadounidense Chevron está en proceso de salir del negocio de exploración de petróleo y gas en México, tras su entrada en 2016 cuando ganó su primer contrato petrolero con la reforma energética del expresidente Enrique Peña Nieto, pero mantendrá su oficina en el país y seguirá el desarrollo de la industria local.
“Mientras Chevron y nuestros socios han decidido no continuar con el trabajo exploratorio en el Bloque 22, el negocio de Chevron en el Golfo de México mantendrá una oficina en la Ciudad de México y continuará monitoreando los desarrollos de la industria en el país”, respondió a Bloomberg Línea la responsable de asuntos externos de Chevron en Norteamérica, Deena McMullen.
Chevron Energía de México, filial del gigante petrolero estadounidense, recibió la aprobación para devolver completamente el área contractual 22 de la subasta petrolera 2.4 por parte del regulador mexicano, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) este 7 de septiembre.
Este contrato, en sociedad con la mexicana Pemex Exploración y Producción (PEP) y la japonesa Inpex E&P México, se ubica en aguas profundas del Golfo de México frente a la costa de Tabasco.
“Las empresas participantes han concluido que no hay prospectividad favorable en el bloque”, declaró Oliver Antonio Mayo Cruz, representante de la unidad jurídica del regulador mexicano durante la sesión ordinaria número 37 del órgano de Gobierno.
La compañía también está devolviendo la totalidad del área 3 del Cinturón Plegado Perdido desde noviembre del año pasado, mientras su socio Shell está regresando totalmente al Gobierno mexicano los bloques 20, 21 y 23 que ganó en la subasta 2.4, y que Chevron compró el 40% de participación durante octubre de 2019.
La devolución del bloque 20 de Shell comenzó en febrero de 2023 de acuerdo con un documento de la CNH, pero la renuncia total fue aprobada como una medida de emergencia por la falta de quórum de la autoridad en diciembre del año pasado.
Chevron se suma a la lista de petroleras, como las europeas BP y Equinor, que salieron de México el año pasado tras la falta de éxito comercial y cambios en su estrategia de negocios, respectivamente.
El Gobierno mexicano del presidente Andrés Manuel López Obrador suspendió las subastas petroleras al inicio de su administración y fijó la meta de producción de 280.000 barriles diarios de petróleo a las empresas privadas hacia final de su sexenio en 2024.
Esta historia se actualizó con la postura de Chevron en el segundo párrafo y el documento de la renuncia de Shell en el séptimo párrafo a las 18:42 horas, tiempo de la Ciudad de México.
