Ciudad de México — Comisión Federal de Electricidad, la empresa estatal mexicana de electricidad, conocida como CFE, comenzará a operar este año las plantas de energía eléctrica que Iberdrola venderá a la empresa privada Mexico Infrastructure Partners (MIP).
Las 12 centrales de ciclo combinado de gas y vapor, además de un parque eólico, equivalentes al 80% de sus activos en México, serán manejadas por la compañía dirigida por Manuel Bartlett Díaz y cobrará a MIP mediante un contrato de operación y servicios de mantenimiento, dijo una fuente con conocimiento de la operación a Bloomberg Línea.
Las plantas estarán operadas por algunas de las seis empresas subsidiarias CFE Generación en las regiones que correspondan.
El tiempo acecha al Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En abril, las autoridades mexicanas acordaron con Iberdrola el pago de intereses anuales por 3,6% sobre los ingresos de las plantas con el objetivo de concluir rápido la transacción valuada en US$ 6.000 millones.
CFE no será la dueña
Pero CFE no será dueña de las plantas de Iberdrola, dijo la persona familiarizada con el tema, sino MIP, la cual utilizará los ingresos de la venta de electricidad para pagar los créditos con los que se compren las centrales.
El financiamiento de la operación estará compuesto por dos rubros: aportación de capital (40%) y financiamiento (60%). El Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) dará 51% de los US$2.350 millones de aportaciones de capital, mientras que inversionistas institucionales privados desembolsarán el 49%.
La parte de financiamiento restante, que representa US$3.600 millones, vendrá de la banca privada y el mercado, además de Banobras, Nacional Financiera y Bancomext, parte de la banca de desarrollo de la administración pública de México.
Rogelio Ramírez de la O, titular de Hacienda, dijo el 19 de abril que la operación se financiará con deuda, pero estará fuera del presupuesto nacional a través de un vehículo financiero que instrumentará MIP.
Esta información aparece luego de que López Obrador presumió que la transacción con Iberdrola será una “nueva nacionalización” del sector eléctrico, en referencia a la ocurrida el 27 septiembre de 1960, instrumentada por el mandatario Adolfo López Mateos.