Bloomberg — Los bonos de Petróleos Mexicanos (Pemex), la petrolera estatal mexicana, cayeron tras las advertencias de que podría enfrentar más rebajas de calificación crediticia en medio de repetidos incidentes de seguridad que probablemente dificultarán el acceso de la perforadora al financiamiento.
Pemex ha figurado entre los créditos de peor rendimiento de América Latina desde que Fitch Ratings rebajó a la compañía aún más dentro del grado especulativo el 14 de julio. Los bonos están a la baja un promedio de 4,1% y los que vencen en 2032 rondan mínimos vistos por última vez en octubre. Las notas recortaron algunas pérdidas el miércoles 26 de julio antes de la decisión de la Reserva Federal sobre la tasa de interés.
La petrolera más endeudada del mundo ha preocupado mucho a los operadores, al tiempo que lucha por aumentar la producción y se ciernen dudas sobre cuánto apoyo gubernamental recibirá en el futuro. Los administradores de dinero han llevado el rendimiento de algunos bonos a sus niveles más amplios sobre notas soberanas similares desde 2020.
La liquidación sigue a una serie de accidentes que, según Fitch, cuestionan la capacidad operativa de la perforadora y pueden dificultar que la empresa obtenga financiamiento. Por su parte, Moody’s Investors Service puso a Pemex en una perspectiva negativa para una posible rebaja la semana pasada, citando mayores riesgos crediticios.
“Parece que las preocupaciones de los inversionistas van en aumento, con pocos bottom fishers aún por aparecer”, dijo Jorge Ordóñez, estratega de crédito de BBVA en Nueva York. Los mercados también han mostrado su preocupación por los reportes de que el derrame de crudo en el Golfo de México podría ser peor a lo que la compañía ha descrito, agregó.
Pemex, que informará el viernes 28 de julio sus resultados del segundo trimestre, tiene una abultada deuda de US$107.400 millones, lo que la convierte en la petrolera más endeudada del mundo. Fitch dijo que el Gobierno tendrá que gastar en 2026 y 2027 aproximadamente US$20.000 millones más de lo que recibe de la empresa para mantenerla a flote. Esos comentarios se sumaron a las preocupaciones sobre la falta de un compromiso explícito del Gobierno, dijo Ordóñez.
Algunos inversionistas, como Pacific Investment Management Co., han limitado su exposición a los bonos de la empresa ante la preocupación de que el próximo presidente del país pueda brindar menos apoyo. El presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha sido un firme partidario de Pemex, dejará el cargo el próximo año.
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