Ciudad de México — BBVA México, el banco del mayor tamaño en el país, impulsará su cartera de crédito a vehículos seminuevos al incursionar en el mercado de compraventa de vehículos usados de persona a persona, donde compiten jugadores como Kavak o Caranty.
La institución financiera lanzó su propia plataforma bajo el nombre AutoMarket, donde los compradores podrán adquirir un vehículo y liquidarlo en una sola exhibición o mediante un crédito. BBVA prevé financiar 5.000 autos seminuevos en el primer año de operaciones y alcanzar los 100.000 créditos en los siguientes cuatro años, dijo en conferencia de prensa Alejandro Cárdenas, director general de banca de Empresas y Gobierno del banco.
La institución financiera ve un espacio para participar en las tres millones de transacciones de compraventa de autos usados entre personas al brindar tanto financiamientos como mayor certeza en la parte mecánica, legal y la seguridad de los involucrados en las operaciones.
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A diferencia de Kavak, AutoMarket no adquirirá los vehículos usados, sino que permanecerá como el intermediario entre comprador y vendedor, señaló Eduardo Osuna, CEO de BBVA México.
Para desarrollar su modelo de negocio, el banco analizó la experiencia tanto de la startup mexicana, de la empresa Caranty, la extinta Odetta y otras para identificar lo que funcionó y los errores a corregir, comentó Ricardo Duhart, director de Estrategia de la banca de empresas, gobierno, auto e hipotecario de la institución.
El banco conservará una comisión de alrededor de 6% del precio del vehículo, aunque la oportunidad principal está en incrementar su participación en el financiamiento bancario de vehículos seminuevos, que se ubica en 33% actualmente, de acuerdo con datos de la institución.
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En AutoMarket, el vendedor establece el monto que quiere por el auto y la institución financiera se encarga, en colaboración con terceros, de realizar las verificaciones mecánicas, así como de los documentos del vehículo. Cuando se realiza una compra, BBVA México resguarda temporalmente la unidad en uno de sus centros físicos, ubicados en Ciudad de México, donde el comprador puede revisar el auto y se realiza la entrega.
El financiamiento estará enfocado a autos con hasta 10 años de antigüedad y no considera vehículos que entraron al país de forma ilegal, conocidos como chocolate, y que en los últimos años han sido regularizados por decreto presidencial.
La plataforma comenzó operaciones en octubre con un grupo de trabajadores de BBVA y Accenture, con quien desarrollaron la iniciativa. Actualmente, los vendedores de los autos deben ser clientes de BBVA con placas de la Ciudad de México, Estado de México, Morelos y Puebla, mientras los compradores pueden ser externos.