Ciudad de México — Banco de México (Banxico) revisó ligeramente al alza su pronóstico de inflación de corto plazo ante la depreciación del peso mexicano registrada tras las elecciones del 2 de junio y que dejó como triunfadora de la Presidencia de la República a Claudia Sheinbaum.
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El banco central dijo en su comunicado de anuncio monetario que el proceso desinflacionario continuará, pero reconoció que, ante factores idiosincráticos se observó una “importante volatilidad” en los mercados financieros nacionales.
Los factores idiosincráticos a los que se refiere el banco son las elecciones del 2 de junio que dejaron como resultado una mayoría de Morena en el Congreso que tomó por sorpresa al Mercado y la decisión de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, de impulsar la reforma judicial del presidente Andrés Manuel López Obrador para que se apruebe en septiembre.
Sin embargo, matizó que, si bien la depreciación de la moneda nacional influye al alza en el pronóstico de inflación, sus efectos se ven en parte contrarrestados por los correspondientes a la mayor debilidad de la actividad económica.
En consecuencia, las previsiones de inflación general y subyacente se ajustan ligeramente en algunos trimestres, pero se sigue esperando que la inflación general converja a la meta en el cuarto trimestre de 2025.
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Banxico revisó al alza el pronóstico de inflación general del segundo y tercer trimestre del 2024.
Para el segundo trimestre espera que la inflación general se ubique en 4,7% promedio trimestral, desde un pronóstico de 4,6% previsto en el anuncio monetario de mayo.
Para el tercer trimestre del año ahora estima una inflación general de 4,5% promedio trimestral, desde un estimado previo de 4,4%. Hacia el cuarto trimestre el instituto central sigue esperando una inflación de 4%.
Banxico también revisó los pronósticos de la inflación subyacente desde el tercer trimestre de 2024 al primer trimestre de 2025. El banco central pronosticó un ligero aumento en el componente subyacente de 4% a 4,1% promedio trimestral.
Para el cuarto trimestre del año subió la expectativa de inflación de 3,8% a 3,9% promedio trimestral, mientras que para el primer trimestre de 2025, el banco espera una inflación de 3,6% desde un pronóstico previo de 3,5% promedio trimestral.
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Las previsiones del banco central están sujetas a riesgos al alza como la persistencia de la inflación subyacente, mayor depreciación cambiaria, mayores presiones de costos, afectaciones climáticas, y escalamiento de conflictos geopolíticos.
Los riesgos a la baja para la inflación son una actividad económica menor a la anticipada, un menor traspaso de algunas presiones de costos, y que el efecto de la depreciación cambiaria sobre la inflación sea menor al anticipado.
En la guía prospectiva que ofrece el banco para orientar al mercado sobre su siguiente acción monetaria, Banxico señaló que, hacia delante, prevé que el entorno inflacionario permita discutir ajustes en la tasa de referencia.
La Junta de Gobierno tomará en cuenta la perspectiva de que los choques globales continuarán desvaneciéndose y los efectos de una actividad económica más débil de lo que se tenía previamente anticipado.
Asimismo, considerará la incidencia de la postura monetaria restrictiva que se ha mantenido y la que siga imperando sobre la evolución de la inflación a lo largo del horizonte en el que opera la política monetaria.
“Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza”, apuntó el banco.
